Keningau - Celebrar, en comunión con el Papa y la Iglesia universal, el año especial dedicado a San José sobre el tema “Con el corazón de un padre” : esta es la iniciativa de la diócesis de Keningau, una de las primeras diócesis de Malasia, que ha querido solemnizar la iniciativa lanzada por el Papa Francisco que, el pasado 8 de diciembre, declaró el Año de San José, para conmemorar el 150 aniversario de la declaración de San José como Patrón de la Iglesia universal por el Papa Pío IX.
Según la información de la Agencia Fides, Mons. Cornelius Piong, obispo de Keningau, celebró una Eucaristía especial junto con el lanzamiento del Año de San José en el Centro de Peregrinación de la Sagrada Familia. Durante la celebración, retransmitida en directo a través de Facebook y Youtube de la diócesis, el obispo agradeció al Papa Francisco por declarar el Año de San José: “Es muy apropiado proclamar el Año de San José en este momento para ayudar a los padres a seguir el ejemplo de San José, fortaleciendo su fe para abrazar su vocación y misión de padres”, remarcó. El arzobispo Piong dijo que se inspiró en San José, un hombre valiente y fiel en el cumplimiento de su deber de proteger a María y Jesús. “Encomendándose completamente al Espíritu Santo, san José supo aceptar la vida tal como es, con todas sus contradicciones, frustraciones y desengaños”, señaló. “San José nos enseña a confiar en Dios, en situaciones felices o tristes; y nos hace conscientes de que Dios puede hacer que las flores broten del suelo rocoso. Como padre, José tuvo que enfrentar muchas dificultades”, dijo el obispo. “José, que es el protector de la Iglesia universal, también es conocido como un patrón especial de todos aquellos que se han visto obligados a abandonar su tierra natal debido a la guerra, el odio, la persecución o la pobreza”, recordó.
El obispo relató su experiencia hace 40 años, cuando un grupo de vietnamitas quedó varado en Kuala Penyu, la capital del distrito de Kuala Penyu, en la provincia de Sabah, Malasia. Su barco se hundió y permanecieron en Kuala Penyu durante varios meses esperando ayuda. Muchos de ellos eran católicos y padres de familia. “Para expresar nuestra cercanía, celebré Misa con ellos y les dije que recordaran a San José, que se había convertido en migrante para proteger a Jesús y María. Les insté a que lo invoquen siempre, sobre todo en los momentos difíciles, y a que confíen su vida a este gran santo”, recordó el obispo.
En la comunidad diocesana, sacerdotes, religiosos y laicos acogieron el comienzo del Año de San José. Se están planificando iniciativas pastorales y espirituales, organizadas por la diócesis pero también por las parroquias y movimientos eclesiales.
“El Año Especial permitirá a los católicos reflexionar sobre el papel y la responsabilidad que desempeñó José para Jesús y María. Debemos orarle e imitar sus cualidades en nuestras vidas”, dijo Michel Tijon, líder laico. Demia Potong, católica laica y madre, también explicó a la Agencia Fides que la Carta Apostólica del Papa Francisco sobre la declaración del año de San José "es un documento apto para la reflexión y la contemplación de todos".
La diócesis de Keningau está ubicada en Sabah, un estado de la federación malaya que ocupa la parte norte de la isla de Borneo.
La Federación de Malasia es un país multiétnico, multicultural y multirreligioso. La población está compuesta por casi 32,7 millones de personas, 60% musulmanas. Los católicos representan el 4% de la población.
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