Puerto Principe – Se publicó coincidiendo con el aniversario del terremoto de 2010 que arrasó Haití, el informe de los jesuitas que trabajan en esta tierra atormentada y que más de una vez han propuesto una visión con esperanza en el compromiso cristiano de convivir con estas comunidades golpeadas por la naturaleza y por la violencia.
“La profunda crisis por la que atraviesa la sociedad haitiana desde hace varias décadas ha alcanzado ahora dimensiones inimaginables. Sentimos que estamos en un caos total; al fondo de un abismo del que no hay salida en el horizonte. La incertidumbre y el sufrimiento parecen quitar toda esperanza. Nuestra nación se está derrumbando lentamente y con ella nuestras instituciones y los valores fundamentales en los que se basa nuestra existencia colectiva. Esta triste situación nos desafía como hombres y mujeres, cristianos y no cristianos y más aún como religiosos jesuitas. Este grito del apóstol Pablo resuena ahora más que nunca en nuestra mente y en nuestro corazón y nos urge a la acción: "¡Ay de mí si no predico el Evangelio!" .
Luego de un análisis de ciertos aspectos de la sociedad haitiana, el informe indica que hay una salida a la crisis, por lo que concluyen instando a los diversos protagonistas de la vida social y política de este país a rehacer el gesto de 1804:
“Si la tragedia que vivimos es el resultado de la acción humana, una salida a la crisis y un mañana mejor puede llegar a través de la acción positiva de los hijos e hijas de nuestro país.
Instamos a los actores clave, tanto nacionales como internacionales, a tomar las decisiones adecuadas, con pleno respeto por los principios democráticos fundamentales, para ayudar a salvar este país.
Exhortamos a las fuerzas vitales de la Nación, les pedimos que se levanten, en esta histórica encrucijada de nuestro país, para rehacer el gesto de 1804 y así lanzar este vasto movimiento de renacimiento nacional que devolverá la esperanza y la dignidad a nuestro pueblo.
También instamos a todos los activistas sociales y políticos, a las numerosas organizaciones de la diáspora haitiana, a no desanimarse y continuar la lucha para revertir esta situación insoportable.
Instamos al valiente pueblo de Haití, al pueblo valiente y resistente, al pueblo orgulloso incluso en medio de la adversidad a que continúen recurriendo a su fe, su rica cultura y su historia única, nuevas razones para la esperanza y el coraje necesarios para realizar su sueño de un nuevo Haití ".
El informe enviado a la Agencia Fides está firmado por todos los jesuitas que trabajan en Haití.
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