Seúl - Es “una pequeña levadura que transforma la Iglesia y el mundo, convirtiéndolo en un lugar de amor”. Así, el padre Francis Jeong-hwan Kim, director del movimiento “One Body One Spirit” , presenta a la Agencia Fides el servicio del comedor para los pobres activado en la archidiócesis de Seúl, en la plaza frente a la catedral de Myeongdong. “Cuando el Papa Francisco vino a visitar la Catedral de Myeongdong en 2014, nos bendijo y nos exhortó a ser luz, sal y levadura, siguiendo la invitación de Jesús en el Evangelio. Espero que este servicio del comedor ‘Myeongdong Babjib' sea un poco de levadura”, dice, destacando la plena participación de los fieles de la arquidiócesis, de voluntarios de parroquias y movimientos eclesiales, miembros de la Caritas diocesana, clero y religiosos.
El servicio ofrece a los pobres y desamparados 1400 comidas para llevar a la semana, distribuidas los miércoles, viernes y domingos. El comedor, llamado 'Myeongdong Babjib' y que comenzó el pasado 6 de enero, ha surgido gracias a la fructífera asociación entre la arquidiócesis de Seúl y la gran empresa coreana SK Group, que opera en el campo de la energía y la química, involucrada como patrocinadora de la iniciativa.
El cardenal Andrew Yeom, promotor de la iniciativa y, a menudo, personalmente involucrado en la distribución de alimentos, dice: “La nuestra es una forma de responder al mensaje del Papa Francisco para la IV Jornada de los Pobres, titulado ‘Tiende tu mano al pobre’. Es una llamada, dirigida a todos nosotros, a comprometernos con el cuidado de los pobres, considerándolos parte integral de la única familia que es nuestra comunidad. Este comedor es un lugar adecuado para llegar y mostrar un gesto de amor hacia los que viven en las periferias físicas o existenciales de nuestras ciudades, y es una forma de compartir nuestros recursos para que nadie se sienta abandonado o marginado”.
La iniciativa caritativa de la arquidiócesis, acogida con entusiasmo y celo por muchos fieles, que se sienten corresponsables, es la primera fase de un proyecto que prevé, tras la creación de un comedor, el establecimiento de un albergue y un centro de acogida donde las personas sin hogar pueden lavarse, lavar la ropa, encontrar refugio, acogida y hospitalidad. El plan a largo plazo también es compartir con ellos una trayectoria de formación profesional, ayudándoles a encontrar un trabajo para que puedan reintegrarse al tejido social.
En una nota de la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Soul, el p. Matthias Young-yup Hur, portavoz de la Arquidiócesis comenta: “El objetivo a largo plazo del proyecto es brindar a las personas que se encuentran solas, marginadas o expulsadas del mundo del trabajo la oportunidad de convertirse en agentes activos en sus vidas y de reintegrarse plenamente en la sociedad. Myeongdong Babjib podría ser el comienzo de un sistema integrado de atención para las personas más pobres, para las personas sin hogar, promoviendo su desarrollo personal y la mejora de sus vidas. El cardenal Yeom - recuerda el portavoz -, tiene un interés pastoral particular por el proyecto, dada su experiencia pasada en la creación de un comedor social para los pobres, cuando era párroco, una labor que se ha prolongado con éxito durante más de 30 años y que ha aportado beneficios y miles de personas”.
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