Raqqa - Las Fuerzas Democráticas Sirias, una coalición liderada por los kurdos que controla efectivamente el noreste de Siria, ha ordenado la liberación de unas 400 familias de ex milicianos del Estado Islámico del campo de prisioneros de Al Hol, y su regreso a la ciudad de Raqqa, ciudad que durante mucho tiempo, durante los años de conflicto, fue el principal bastión de Daesh en Siria. La liberación de las familias de miembros de Daesh de nacionalidad siria ha sido justificada como una medida destinada a disminuir el hacinamiento del campamento, donde las condiciones de vida son cada vez más intolerables y se siguen registrando graves episodios de violencia.
Las familias liberadas del campamento de Al Hol están compuestas en gran parte por viudas e hijos de yihadistas asesinados durante el largo conflicto que ha devastado Siria en los últimos años. Sin embargo, entre los habitantes de Raqqa no faltan quienes expresan su preocupación u oposición abierta ante la llegada de ex presos de Al Hol.
Las Fuerzas Democráticas Sirias son una alianza de milicias predominantemente kurdas, formadas en octubre de 2015 durante el conflicto sirio, que con el apoyo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos controlan grandes áreas del noroeste de Siria, que coincide con la autoproclamada Federación Democrática del Norte de Siria, comúnmente conocida como Rojava.
La presencia y el futuro de las familias de los ex milicianos prisioneros de Daesh en los campos de detención en territorio sirio sigue representando un problema con implicaciones humanitarias de difícil solución. Ya en 2020 las Fuerzas Democráticas Sirias comenzaron, con la mediación de los líderes tribales locales, un proceso de liberación y reubicación progresiva de familias de prisioneros en Al Hol y otros campos de detención. Después del colapso del Estado Islámico, Francia ha ordenado hasta ahora el regreso a su tierra natal de 35 hijos de yihadistas franceses que fueron detenidos en campos de detención controlados por los kurdos.
En las últimas semanas, en el norte y noreste de Siria, que se ha convertido en un área en disputa entre varios actores regionales y globales, también se han multiplicado las sangrientas operaciones de “golpe y fuga”, llevadas a cabo por células durmientes de Daesh contra las fuerzas militares del gobierno, ataques y atentados que ya han provocado decenas de muertos.
En Raqqa, en ese momento bastión sirio de los yihadistas de Daesh, el 29 de julio de 2013, se perdieron las huellas del jesuita e islamólogo romano Paolo Dall’Oglio, fundador de la comunidad monástica de Deir Mar Musa.
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