Johannesburgo – “Hacemos un llamamiento al gobierno para que haga todo lo posible para garantizar la adopción urgente de la vacuna, que es un bien público”, dicen los líderes cristianos de Sudáfrica, en una nota del Consejo Sudafricano de Iglesias . “Es motivo de gran preocupación pensar que debemos seguir viendo morir a nuestra gente mientras esperamos que lleguen las primeras vacunas COVAX al país en el segundo trimestre del año. Si se pueden tomar otras medidas para que las vacunas lleguen antes, esperamos que no hay obstáculos”.
COVAX es un programa lanzado en abril por la Organización Mundial de la Salud , la Comisión Europea y Francia en respuesta a la pandemia del SARS-CoV-2, cuyo objetivo es producir 2 mil millones de dosis de vacunas para fines de 2021. Todos los países participantes, independientemente de sus niveles de ingresos, tendrán el mismo acceso a estas vacunas una vez desarrolladas.
Hasta ahora, las autoridades sudafricanas no han asegurado un cierto suministro de vacunas ni un plan de inoculación masiva. Esto presagia para este país la peor devastación de Covid-19 en el próximo año.
“Mientras esperamos que lleguen las vacunas, se están sintiendo las repercusiones del Covid-19 y me temo que estos efectos tendrán consecuencias desastrosas para la Iglesia en Sudáfrica”, escribe el p. Elias Ledwaba, sacerdote sudafricano. “Covid-19 ha afectado negativamente la asistencia a la iglesia. Esta pandemia global, al menos en la jurisdicción de mi parroquia, ha expuesto la demografía; ha quedado claro que la iglesia está formada por una generación mayor que en su mayoría son susceptibles y tienen un mayor riesgo de infección y eventualmente sucumben a Covid-19. Este hecho representa un desafío para llegar a este grupo de personas y proponer nuevas formas de evangelizar a los jóvenes y adultos jóvenes”.
“Además, Covid-19 ya ha obligado a algunas parroquias o incluso diócesis a la quiebra. La asistencia a la iglesia ha disminuido drásticamente y la colecta de dinero para el apoyo del clero y la parroquia sufre. Si el camino del Covid-19 continúa así, me temo que habrá que fusionar o incluso cerrar un número considerable de parroquias”, subraya el p. Ledwaba, quien también recuerda a los distintos sacerdotes y religiosos afectados por el virus.
El sacerdote concluye con una nota de esperanza: “Me consuela el hecho de que Covid-19 haya ofrecido a las personas un extenso ‘retiro’, para evaluar su relación con Dios, fortalecer los lazos familiares y crecer espiritualmente; investigar y hacer algunos cambios de comportamiento y aprender a apreciar todo lo que tenemos. Mientras luchamos con este enemigo invisible pero sentido, recordemos que siempre hay una luz al final de un túnel”.
Publicar un comentario