Washington - El obispo David J. Malloy de Rockford, y presidente del Comité Internacional por la Justicia y la Paz de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, ha emitido la siguiente declaración: “Junto al Papa Francisco y mis hermanos obispos en toda América Latina, condeno el ataque sacrílego contra la Catedral de Managua ocurrido el viernes 31 de julio.
El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, calificó ese ataque realizado con bomba incendiaria como un ‘acto de terrorismo’. El objetivo aparente de la explosión, un crucifijo histórico fabricado en el siglo XVII, se ha convertido en una imagen conmovedora de la Iglesia del país, que sufre y ha resistido constantes ataques retóricos y físicos desde que intentó mediar por la paz en ese país en 2018.
Agradezco al gobierno de los Estados Unidos por su inmediata declaración en apoyo de la Iglesia en Nicaragua después del ataque, e insto a la Administración a continuar su búsqueda de la paz en ese país.
La Iglesia en los Estados Unidos apoya a los fieles nicaragüenses que siguen sufriendo y a todas las personas de buena voluntad que luchan por la paz y la reconciliación en Nicaragua”.
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