ÁFRICA/KENIA - La Iglesia, preocupada por el aumento de la violencia de género, promueve cursos de formación para familias

Nairobi - “La familia es uno de los valores más preciados que posee y promueve la Iglesia. Si las cosas van bien en la familia, la sociedad prosperará. Si las cosas empiezan a ir mal a nivel familiar, la sociedad se verá afectada. Dios ha querido que, como primera unidad de la sociedad, la familia sea un lugar de santidad, comunión y amor”, dice Su Exc. Mons. John Oballa Owaa, Obispo de Ngong, dirigiéndose a los coordinadores de vida familiar de su diócesis que han participado en un seminario de formación sobre prevención de la violencia familiar.
El curso de formación ha sido organizado por la Oficina de Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal de Kenia y es el primero de una serie de cursos planificados en las diócesis católicas de Kenia para abordar la gran cantidad de casos de violencia de género y familiar que se han producido desde la pandemia Covid-19.
Mons. Owaa, también ha dicho que la Iglesia Católica está profundamente preocupada por el aumento de la violencia en las familias y ha instado a las parejas a abrazar la compasión y el amor recíproco.
“La palabra de Dios puede curar nuestra ira, intolerancia y tendencia a la violencia para que podamos empezar a tratarnos con amor y misericordia en todas las situaciones, especialmente en aquellas en las que vivimos”, subraya el obispo. “Creo que damos espacio para la intolerancia y la violencia cuando empezamos a hacer cálculos egoístas. Cuando la gente hace esto, deja espacio para la discordia y la amargura”.
Mons. Owaa ha invitado a los coordinadores a esforzarse por tener familias modelo y ser ejemplos que otros puedan emular: “Les invito a reflexionar sobre si usted es el hombre o la mujer, el esposo o la esposa, el padre o la madre, que debería ser. Dios tiene grandes expectativas de vosotros, así como la Iglesia tiene grandes expectativas también”.
“Si todas las familias entendieran el ministerio de la Iglesia, la violencia de género no tendría cabida en la sociedad”, ha continuado p Mons. Oballa. “Si todos vieran en cada ser humano un hijo de Dios, la violencia de género no existiría. Por favor salgan y sean embajadores del amor y la paz de Dios”.
El obispo ha instado a los coordinadores a no tener miedo de ser pocos, recordando que Jesús solo tenía 12 apóstoles, pero el mensaje de salvación hoy ha llegado hasta los confines del mundo. “Solo se necesitan unas pocas personas que comprendan el mensaje y estén convencidas de que pueden transmitirlo e influir en las actitudes y hábitos de los demás”.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas de Kenia, el 23,6% de los keniatas han presenciado o ha sabido de casos de violencia doméstica en sus comunidades desde la introducción de las medidas de contención de Covid-19. La línea nacional de ayuda para víctimas de género recibió 810 denuncias en septiembre en comparación con 646 casos en agosto, un aumento del 25%. Todos los casos recibieron primeros auxilios psicosociales y servicios de referencia.
Un estudio realizado por el Ministerio de Salud y del Consejo de Población mostró que el 39% de las mujeres y el 32% de los hombres estaban experimentando tensión en sus hogares.



Agenzia Fides
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