Manila – “El matrimonio infantil es una triste realidad que deshumaniza, explota y abusa de las niñas. Celebramos el nuevo proyecto de ley que prohíbe los matrimonios infantiles en Filipinas, elogiando su oportuna aprobación”. Son palabras a la Agencia Fides del obispo Rex Andrew Alarcon, al frente de la diócesis de Daet, y presidente de la Comisión Episcopal de Juventud, el proyecto de ley que ilegaliza los matrimonios infantiles en el país y que aprobó el Parlamento.
Por unanimidad, los senadores aprobaron el proyecto de ley del Senado núm. 1373, denominado “Girls not Brides Act” que prohíbe los matrimonios antes de los 18 años y que legisla sobre la igualdad de género. Tras el paso a la Cámara, el Senado aprobó definitivamente el proyecto de ley, en su tercera y última lectura, el 9 de noviembre.
“Me complace observar la determinación de los legisladores de proteger a los niños y su dignidad. La sociedad debe proteger a sus pequeños, que son los más vulnerables, de quienes los explotan”, indica el obispo. “La ley es una forma de salvaguardar también la santidad del matrimonio y la familia. El matrimonio y la educación de una familia son una seria responsabilidad”, afirma monseñor Rex Andrew Alarcon. “El deseo de proteger a los niños, niñas y niños, su dignidad y sus derechos y el objetivo de salvaguardar el matrimonio y la familia, son elementos cruciales y necesarios para el desarrollo auténtico y armónico de la sociedad”, añade.
“Hoy damos a nuestras niñas la posibilidad de soñar, la posibilidad de definir su futuro de acuerdo a sus deseos, defendemos su derecho a continuar en un camino educativo y a decidir como adultas cuando están listas para comenzar a formar una familia. Filipinas es el duodécimo país del mundo en el ranking de niños casados menores de 18 años, de los que 726.000 son niñas”, aseguró la parlamentaria Rosa Hontiveros después de que el Senado aprobara el proyecto de ley.
Según datos del gobierno, una de cada seis niñas en Filipinas se casa antes de cumplir los 18 años. El matrimonio infantil se produce por muchas razones, como las tradiciones culturales en algunas comunidades, la pobreza y la falta de educación. El matrimonio precoz también conlleva riesgos para las llamadas “niñas-madres” con un impacto negativo en la salud y la supervivencia del hijo de una madre joven. Además, muchas niñas interrumpen sus estudios porque tienen que llevar una vida familiar que comenzó demasiado pronto, incluso a los 10 u 11 años.
El misionero católico irlandés Shay Cullen, director de la Fundación “Preda” que se ocupa de la protección de los derechos del niño en Filipinas, señala a Fides otro aspecto alarmante: “En Filipinas, a menudo la llamada 'unión matrimonial' es solo un medio para justificar la pedofilia. Las niñas son utilizadas como esclavas sexuales, abusadas por parejas adultas que muchas veces pagan a sus familias de origen. Unos pocos valientes denuncian el abuso sexual infantil. Esos supuestos matrimonios solo sirven para encubrir el delito de pedofilia. Ojalá esta ley ayude a erradicar este cáncer”.
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