Accra - Los recientes disturbios políticos en la región de Volta han llevado a muchos a preguntarse si Ghana es realmente una nación pacífica. En la región de Volta, que alguna vez fue parte de Togo durante la era colonial, han emergido disturbios organizados por algunos de sus habitantes que exigen la independencia de la República de Ghana y el establecimiento de una nueva nación llamada Westen Togoland.
Ante la perspectiva de una fractura en el país, la Conferencia Episcopal ha pedido a todos los ciudadanos que trabajen por una Ghana unida y estable. “Deseamos expresar nuestra profunda preocupación por los recientes disturbios 'secesionistas' en la región de Volta y hacer un llamamiento a que cesen los actos vandálicos y la destrucción de propiedades”.
Los veinte arzobispos y obispos de Ghana también han pedido a los políticos, -a los que algunos se refieren como ghaneses “extranjeros”-, que eviten comentarios incendiarios: “Todos los comentarios polémicos deben cesar si queremos avanzar en nuestro intento de resolver la actual amenaza que plantean los secesionistas”.
Los obispos han instado al gobierno de Nana Akufo-Addo a hacer todo lo que esté a su alcance para encontrar una solución duradera al problema y esperan que las investigaciones se cierren lo antes posible para llevar a los sediciosos ante la justicia.
El Imperio Alemán estableció el protectorado de Togoland en 1884. Bajo la administración alemana, el protectorado se consideró una colonia modelo. Durante la Primera Guerra Mundial en 1914, Gran Bretaña y Francia invadieron el protectorado. Tras la derrota alemana y la firma del Tratado de Versalles, la parte occidental de Togoland se convirtió en Mandato Británico, bajo el nombre de Togoland Británico. Después de la Segunda Guerra Mundial, Togoland británico se convirtió en un territorio fiduciario de las Naciones Unidas bajo la administración británica hasta que votó en un plebiscito en 1957 para convertirse en parte de lo que ahora es Ghana.
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