Nairobi – “No podemos seguir mirando mientras las únicas esperanzas del pueblo keniano se reducen por la pérdida de las vidas de tantos médicos, como hemos visto en los últimos días”, lamenta monseñor Philip Arnold Subira Anyolo, arzobispo de Kisumu y presidente de la Conferencia Episcopal de Kenia, en una declaración en nombre de la Conferencia, en la que se expresó preocupación por el elevado número de médicos y miembros del personal de enfermería que fallecieron a causa del coronavirus.
En Kenia, desde marzo, al menos 25 médicos han muerto a causa de la enfermedad provocada por el coronavirus. A mediados de noviembre, a medida que aumentaban el número de casos, cuatro médicos murieron en 24 horas. Hasta ahora, 2.200 médicos han resultado infectados con el virus, según la Unión de Médicos, Farmacéuticos y Dentistas de Kenia. El total de infecciones en el país supera las 75.000.
Monseñor Anyolo explicó que a la Iglesia le preocupa que, a pesar de la disponibilidad de presupuestos y el compromiso de los líderes gubernamentales, los recursos no se hayan proporcionado de forma suficiente para el sistema sanitario durante la pandemia, dejando a los trabajadores sanitarios expuestos y vulnerables. “Pedimos al gobierno que actúe con rapidez para garantizar que los recursos disponibles se utilicen de la mejor manera posible y que se garanticen los recursos necesarios para el sistema de salud”, insistió monseñor Anyolo, recordando que el personal sanitario ha seguido trabajando para salvar vidas a pesar de las dificultades.
Los médicos amenazaron con una huelga a principios de diciembre si no se garantizaban mejores condiciones de trabajo y equipos de protección personal. Los obispos piden al gobierno que inicie conversaciones con los sanitarios para atender las necesidades del personal médico y de enfermería.
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