San Cristóbal de las Casas – Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal de las Casas, dirige un mensaje al gobierno, a los defensores de los derechos humanos, a los medios nacionales e internacionales, a los hombres y mujeres de buena voluntad y a los creyentes de la diócesis de San Cristóbal de las Casas en el que expresa su profundo pesar “ante el sufrimiento, el dolor, la muerte y los desplazados causados por el enfrentamiento en las comunidades hermanas de Santa María Magdalena y Santa Marta”.
El obispo reitera su gran preocupación “porque el problema de fondo no se ha resuelto y la violencia se ha incrementado con ataques diarios en varios puntos y en diversas comunidades de Aldama. En varias ocasiones, de manera privada o pública, hemos denunciado esta situación ante los órganos de gobierno federal y estatal. Hemos pedido también el desarme de los grupos paramilitares”.
Un grupo de la Cáritas de San Cristóbal de las Casas y del Fondo para la salud de la niñez indígena de México, en coordinación con la parroquia de San Andrés Apóstol que entregaba ayuda alimentaria humanitaria a familias desplazadas por la violencia armada, fue atacado con disparos el 18 de noviembre en la comunidad de Cotzilnam, Aldama , por un grupo paramilitar armado. “Debido a esta agresión no se ha entregado ayuda humanitaria a las comunidades que sufren una crisis alimentaria y de servicios básicos. Nuestra religiosa María Isabel Hernández Rea, de las Hermanas Dominicas de la Reina del Santo Rosario, resultó herida en el atentado”, explica el obispo.
Monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, quien firma el mensaje junto con el obispo auxiliar y el Vicario de Justicia y Paz de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, condena este atentado y los anteriores que han sufrido las comunidades, uniéndose a la petición de esclarecimiento y castigo a los responsables. “Pedimos que se garantice la seguridad de la población vulnerable en las comunidades del estado de Chiapas. Instamos al Estado mexicano a desarmar y a desmantelar a los grupos civiles paramilitares armados en esta zona y someterlos a la ley junto con quienes les proveen de armas. ¡No queremos más heridos y muertos! ¡No queremos más desplazados! ¡Ya no queremos el sufrimiento de mujeres, niñas y niños! ¡No queremos más armas en nuestro país!”, concluye el mensaje.
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