Kinshasa - En las afueras de Kinshasa, en un barrio a unos treinta kilómetros del centro, hay varias escuelas primarias, pero la única escuela secundaria que existe ahasta la fecha es la dirigida por la comunidad cristiana y por los padres de la Sociedad de las Misiones Africanas .
“Los feligreses han arreglado los edificios, pero el problema de la luz persiste, ya que el vecindario no está electrificado. Por la tarde, hacia las 6, los estudiantes no pueden continuar estudiando y haciendo su tarea para el día siguiente, ya que no hay luz eléctrica", comenta el padre A. Kakhanda, misionero de la SMA, en una nota enviada a la Agencia Fides.
“Este problema tiene un fuerte impacto en el rendimiento académico de los estudiantes. Algunos estudian con una batería o con lámparas de aceite, a veces causando daño a su vista y no obteniendo grandes beneficios para sus resultados escolares".
Para evitar que muchos abandonen la escuela después de uno o dos fracasos, la comunidad y los misioneros han trabajado para suministrar paneles fotovoltaicos a la escuela secundaria, donde los alumnos pueden estar hasta la tarde para continuar su estudio personal.
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