Islamabad - Asia Bibi, la mujer cristiana condenada a muerte por blasfemia y absuelta por la Corte Suprema de Pakistán el 31 de octubre, fue puesta en libertad y se encuentra en un lugar seguro. Las autoridades penitenciarias la liberaron la tarde del 7 de noviembre. En condiciones de máxima seguridad, la mujer fue llevada en avión, desde la prisión de Multan, donde estaba a la capital Islamabad, y luego trasladada a un lugar secreto y seguro. Zawar Hussain Warraich, director de prisiones en la provincia de Punjab, lo confirmó: “Normalmente recibimos las órdenes de liberar a los prisioneros dos días después de la decisión del tribunal. En el caso de Asia Bibi, la orden se emitió con retraso y llegó a la penitenciaría el 7 de noviembre”.
La absolución de Asia Bibi por parte de la Corte Suprema ha generado protestas que han llevado a miles de militantes de grupos islámicos radicales a tomar las calles y a bloquear todo el país durante tres días. Saiful Malook, el abogado de Asia Bibi, después de las amenazas recibidas, escapó a Holanda por razones de seguridad. Malook aseguró que, según su información, se estaba preparando la expatriación de Asia y su familia. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Pakistán negó la noticia de que Asia Bibi hubiera abandonado el país, confirmando que la mujer fue liberada de prisión pero sigue aún en Pakistán. Mohamed Faisal, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Pakistán, informó de que Asia Bibi “es una ciudadana libre”, que abandonará el país si la Corte Suprema rechaza la solicitud de revisión del veredicto presentada en contra de su absolución.
Después de la liberación, los partidos religiosos Muthaida Majlis y Amal y Jamat-e-Islami anunciaron nuevas protestas en las calles de Karachi para hoy, jueves 7 de noviembre y para mañana.
Los cristianos en Pakistán y en todo el mundo han agradecido la decisión de la Corte Suprema y la liberación de Asia Bibi: “Todo esto es el fruto de la misericordia de Dios. Agradecemos a Dios, al poder judicial y al gobierno de Pakistán la liberación de Asia Bibi”, explica a Fides Urooj, un joven activista cristiano de derechos humanos.
Mario Rodrigues, un sacerdote católico de Karachi, asegura Fides: “Estamos felices por Asia Bibi. Como cristianos siempre apoyamos el imperio de la ley, la justicia, la legalidad, la paz, porque amamos a nuestro país. Queremos subrayar hoy también el profundo testimonio de fe cristiana que Asia Bibi ha dado: una mujer inocente, durante muchos años en prisión, que no ha maldecido su historia pero que ha perdonado a sus perseguidores y ha vivido su reclusión en oración constante”.
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