Yaundé - La crisis está empeorando en las regiones de habla inglesa de Camerún donde ayer, 5 de noviembre en Bamenda, en el noroeste del país, fueron secuestrados 79 estudiantes y tres directores de la escuela secundaria presbiteriana local. Los secuestradores pertenecen a los “Amba boys”, los separatistas de habla inglesa. El incidente ocurrió en vísperas del juramento del presidente Paul Biya, recientemente reelegido por séptima vez.
La crisis en las regiones de habla inglesa empeoró cuando se proclamó su secesión hace un año . Más de 200 000 personas se vieron obligadas a huir debido a la violencia del ejército y los enfrentamientos entre los militares y los grupos secesionistas.
En Douala, la Iglesia Católica ha organizado una recaudación de fondos para las personas desplazadas. “Nuestra ciudad de Douala es el hogar de miles de personas desplazadas que han abandonado sus ciudades, pueblos y propiedades con la esperanza de encontrar refugio, supervivencia y consuelo entre nosotros”, dice la carta enviada a los párrocos de la archidiócesis por monseñor Samuel Kleda, arzobispo de Douala y presidente de la Conferencia Episcopal Nacional de Camerún , que decretó una colecta extraordinaria celebrada el domingo 4 de noviembre.
La violencia no perdona a la Iglesia Católica ni a las demás denominaciones cristianas. Además del secuestro de los estudiantes de la escuela bautista, también en Bamenda el 30 de octubre, Charles Wesco, un misionero bautista, fue asesinado en enfrentamientos entre fuerzas leales al gobierno y los secesionistas. El 4 de octubre fue asesinado un seminarista católico, Gerard Anjiangwe . El 23 de julio padre Alexandre Sob Nougi, párroco de Bomaka, en el sudoeste, fue también asesinado por individuos armados no identificados .
Las protestas secesionistas se originaron a partir de la demanda de los habitantes de las regiones de habla inglesa de utilizar el inglés en actividades docentes y administrativas, y para adoptar el sistema de Common Law de origen británico en lugar del derecho basado en el código francés. Aunque si bien asegura que no es tarea de la Iglesia definir la forma del estado, Justicia y Paz exige la aplicación de la descentralización, recogida en la Constitución, para satisfacer las demandas de las regiones de habla inglesa.
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