Concepción - “Nos unimos al dolor de los padres de Edelio Morínigo. Expresamos nuestra oración y solidaridad, haciendo nuestro el testimonio y el compromiso de los compañeros sacerdotes Pablo Cáceres y Cristhian Paiva, porque han dado testimonio de coherencia y entrega en el acompañamiento de las víctimas de los abusos de las fuerzas públicas en los conflictos que afecta la zona Norte del país. Rechazamos las infundadas acusaciones y difamaciones por parte de la Fuerza de Acción Conjunta ”. Así lo han afirmado los Obispos, sacerdotes y diáconos de las cinco entre diócesis y vicariatos apostólicos de la Región Norte del Paraguay, en un comunicado recibido en la Agencia Fides.
El jueves 12 de abril, un equipo de la FTC -fuerza creada para combatir la guerrilla del auto-proclamado Ejército Popular Paraguayo que actúa en las provincias de San Pedro y Concepción- encontró en un campamento abandonado de guerrilleros, algunas hojas destinadas a la familia del policía Edelio Morinigo, secuestrado hace casi cuatro años, en los que se ponía de manifiesto su muerte. Sin embargo la FTC afirma que todavía no puede confirmar la muerte de Edelio.
Ante esta noticia, la Iglesia local de la zona se ha expresado enérgicamente, pidiendo, entre otras cosas, la derogación de la ley que instituyó la FTC, porque “utiliza la Fuerza Pública en forma desmedida, atropellando los hogares y destruyendo sus humildes pertenencias; realizando intervenciones con detenciones irregulares, torturas, extorsiones, acoso sexual, maltratos físicos y psicológicos…”. “Asistimos con dolor – afirman los firmatarios de la declaración - los abusos y atropellos de poderes del Estado contra la dignidad de la persona y sus derechos humanos, haciendo caso omiso de las garantías constitucionales de un Estado de Derecho, a través de la presencia de la FCT”. Y continúan: “Asistimos con dolor las noticias de los rehenes muertos y de otros cuya suerte está en la incertidumbre y desconfianza, la muerte de campesinos, policías y militares, el ambiente de zozobra y miedo en varias comunidades. Lamentamos la decisión de la FTC que ha cerrado las puertas del diálogo en la búsqueda de soluciones con la Pastoral Social-Cáritas”.
Desde la creación de la FTC, en 2013, ningún guerrillero o criminal ha sido arrestado, mientras que ciudadanos inocentes han muerto. En cuanto a los dos sacerdotes mencionados, ambos denunciaron reiteradamente los abusos cometidos por miembros de la FTC, además de los homicidios ilegítimos de personas inocentes, que los militares habían ocultado, culpando al EPP.
El comunicado “repudia todo tipo de violencia de los distintos grupos armados ilegales establecidos en la zona”, y concluye reiterando la cercanía a los ciudadanos de la región, en especial de la región del Alto Paraguay, “aislados por la falta de caminos y que deben enfrentarse a inundaciones, por la carencia de infraestructuras como consecuencias del desinterés y la corrupción de las autoridades regionales y nacionales”. Por último animan “a los muchos dirigentes eclesiales y sociales comprometidos con la verdad y la justicia” a unir sus fuerzas en defensa de los derechos humanos de las victimas de una violencia desenfrenada, al tiempo que expresan el deseo y el compromiso de que “nuestra Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida, como palabra y gesto de misericordia, de soporte, de ayuda, de perdón”.
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