Juba – La violencia y la inseguridad continúan proliferando en el país africano. La noticia publicada hace unos días por la agencia de prensa egipcia MENA informaba sobre el asesinato de dos trabajadores humanitarios en Sudán del Sur. Uno de los operadores pertenecía a la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial , y fue asesinado cerca de la ciudad de Leer, el segundo era de la organización Hope Restoration y fue asesinado cerca de la ciudad de Bentiu.
“Durante el fin de semana, hombres armados dispararon contra una ONG que transportaba a cinco trabajadores humanitarios a lo largo de la carretera Nhialdlu-Bentiu”, se lee en una declaración de los obispos católicos de naciones de África oriental recibida en la Fides.
Después de estos episodios trágicos, Alain Noudehou, coordinador humanitario del área, ha instado a las partes en conflicto a que permitan la entrega de forma segura de las ayudas humanitarias. Según la emisora “Radio Bakhita” de la archidiócesis de Juba, Noudehou ha recurrido al gobierno y a los grupos de oposición para pedir garantías sobre la seguridad de las operaciones de ayuda de los agentes humanitarios. El coordinador ha destacado los peligros a los que se enfrentan los trabajadores humanitarios para brindar ayuda todos los días y ha pedido que los que perpetran actos atroces sean llevados ante la justicia.
Como se puede ver en la nota, Noudehou también ha instado a la liberación inmediata e incondicional de siete trabajadores humanitarios secuestrados por un grupo armado mientras viajan desde el condado de Kupera a Lainya para entregar suministros a los centros de salud. La invitación que el coordinador de asuntos humanitarios ha lanzado a las partes en conflicto es la de permitir el acceso libre, seguro y sin obstáculos para poder llegar a millones de sudaneses del sur en dificultades. Desde 2013, al menos 98 trabajadores humanitarios han sido asesinados en Sudán del Sur.
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