Abidjan - Ofrecer el indulto presidencial a los culpables de delitos menores y habilitar nuevos magistrados para acelerar los juicios. Es la petición lanzada por la Iglesia Católica en Costa de Marfil, donde la situación en las cárceles es dramática. En las 34 cárceles del país están encarcelados 16.000 internos en un espacio ideado para 4.000 reclusos.
Las condiciones de los presos fueron reveladas por monseñor Antoine Koné, obispo de Odienné, y Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, durante la homilía por la Jornada Nacional de los Encarcelados que se celebró el Domingo de la Divina Misericordia, el 8 de abril, en la iglesia de Sainte Thérèse de Marcory, en Abidjan. “Queridos hermanos, queridas hermanas, el sepulcro de Cristo está abierto”, dijo monseñor Koné. “¿No es una invitación a abrir todas las prisiones-sepulcro donde languidecen tantos de nuestros hermanos y hermanas que, a menudo, afirman su inocencia y cuyo grito no parece ser escuchado?” Monseñpr Koné pidió el indulto para los presos con determinados delitos y también reclamó una judicatura más fuerte para acelerar los juicios a los internos en prisión preventiva. Medidas que “darían un rostro humano a los lugares de detención y corrección, y de las que se podrían beneficiar presos inocentes que languidecen en las prisiones y se dejan morir porque han perdido la esperanza”, dijo el obispo.
A pesar del indulto presidencial otorgado a finales de año a 4132 presos comunes, las cárceles de Costa de Marfil siguen estando superpobladas según indica el Departamento de Atención Pastoral de Prisiones y Derechos Humanos de la Conferencia Episcopal de Costa de Marfil.
Según el organismo de los obispos, hay 16.254 personas encerradas en las cárceles del país pero están diseñadas, en realidad, para dar cabida a 3.754 personas. Las malas condiciones sanitarias de las prisiones de Costa de Marfil han sido denunciadas por varias organizaciones de derechos humanos. Monseñor Koné además instó a abandonar las prisiones morales y espirituales de odio, presunción, orgullo, indiferencia y corrupción e invitó a los políticos a promover la paz y la cohesión nacional. “La población de Costa de Marfil está esperando que construyan puentes, lo que indudablemente mejorará el clima social y alentará el desarrollo de quienes tienen dudas sobre el futuro”, concluyó el obispo.
Monseñor Koné encabezó una delegación de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social que visitó la prisión militar y la prisión civil de Abidján.
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