Managua – “Cuánta barbarie! Lo que me temía y no debía ocurrir. Ya hay al menos un estudiante muerto en la UPOLI. Se habla de otros. ¡Siento mucho dolor! ¡NO MÁS REPRESIÓN CRIMINAL!":es el apremiante llamamiento de Mons. Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua, a las autoridades de Nicaragua, donde la población durante los últimos dos días salieron a las calles para protestar contra la reforma de la Seguridad Social , que afecta directamente a las personas mayores y jubilados.
La Agencia Fides ha recibido el llamado de Mons. Baez y también el testimonio de los misioneros y periodistas católicos que denuncian la represión violenta de la policía.
De acuerdo con la información más reciente, al menos cuatro personas, entre ellas un policía, murieron ayer en enfrentamientos en las protestas generadas debido a la polémica reforma que aumenta la tasa de contribución de los empleadores y de los trabajadores y quita el dinero a los jubilados. Los 4 muertos son un policía, dos jóvenes estudiantes universitarios y un estudiante de secundaria que fue asesinado en el municipio de Tipitapa. Las manifestaciones tuvieron lugar en varios municipios y, según informó la Cruz Roja, dejaron al menos 33 heridos.
La reforma ha sido criticada por todos los sectores económicos, por empresarios y expertos: lejos de prevenir el colapso del INSS -se dice- favorece el desempleo, disminuye el consumo y la competitividad. La Cámara de Industrias de Nicaragua ha pedido al gobierno que suspenda la reforma, teniendo en cuenta que "socava la economía del país, y que ha provocado el aumento de la violencia que no se detiene ya después de dos días".
Estudiantes, trabajadores y amas de casa salieron a la calle y consideraron "escandalosa" la denuncia de la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, cuando dijo que había "manipulación política" en las protestas. A través de las redes sociales, todos pudieron ver cómo iban las cosas: el gobierno había convocado a empleados públicos para algunas manifestaciones progubernamentales; pero los manifestantes en cambio han comenzado una protesta contra el ejecutivo.
La mayoría de la población universitaria en Nicaragua estudia en universidades estatales, y cuando se les pidió a los estudiantes salir a las calles para apoyar al gobierno de Ortega, los estudiantes sí lo hicieron, pero para ofrecer su apoyo a los ancianos, en contra de la reforma del INSS.
La policía envió fuerzas antidisturbios para dispersar violentamente a los manifestantes pacíficos que desfilaban por las ciudades de todo el país. En muchos videos y audios enviados a la Agencia Fides, se puede ver la violencia excesiva por parte de los militares. Según la última información, las manifestaciones ya se han extendido a 16 ciudades de Nicaragua.
La Iglesia Católica, a través de los obispos, denunció de inmediato la represión violenta contra los estudiantes y contra los ancianos. La Pastoral Juvenil Católica de la Diócesis de la ciudad de León, como en muchas otras diócesis, utilizando sus propios canales de redes sociales, pidió la "paz" contra los brotes de violencia que resultan de la injusta reforma social.
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