ASIA/TURQUÍA - Se pospone el juicio al monje acusado como cómplice de “organizaciones terroristas” por haber dado comida y agua a los necesitados
Mardin - El juicio contra el monje sirio ortodoxo Sefer Bileçen, acusado por las autoridades judiciales turcas de complicidad con organizaciones y actividades terroristas, ha sido aplazado por otros casi tres meses, hasta el 27 de enero de 2021. El sacerdote, miembro del monasterio de Mor Yakup en Nusaybin , fue arrestado junto con otras dos personas el 9 de enero de 2020 por las fuerzas de seguridad turcas por la acusación de haber ofrecido ayuda y cobertura a miembros de las Fuerzas de Defensa del Pueblo , el brazo militar del Partido de los Trabajadores del Kurdistán , calificado como organización terrorista por el gobierno de Ankara .
La acusación, basada principalmente en imágenes recopiladas por medio de drones utilizados por los servicios de inteligencia turcos para monitorear la vida del Monasterio desde arriba, fue aceptada el 20 de enero de 2020 por el Tribunal Superior Penal de Mardin, y se atribuyó al monje la responsabilidad de haber recibido a milicianos de las HPG en el monasterio durante unos días, a finales de septiembre de 2018. El 16 de enero de 2020, se le permitió la libertad bajo fianza a la espera del juicio, con la obligación de no salir de su residencia.
Varias fuentes han confirmado hasta ahora que la presunta “complicidad” impugnada por las autoridades turcas al monje sirio ortodoxo consiste en el simple ofrecimiento de comida y bebida a personas que decían tener hambre y sed. Esto también ha sido confirmado por un miliciano de las HPG arrestado en septiembre de 2019 por las fuerzas de seguridad turcas, que había confesado haber visitado el Monasterio Mor Yakup varias veces solo para comer, beber y repostar. El propio monje Sefer Bileçen, en el testimonio dado a conocer a través de sus abogados, confirma que había dado comida y agua a los milicianos como un puro signo de hospitalidad monástica, reservada para todo aquel en estado de necesidad, sin imaginar que las personas acogidas eran miembros del HPG. “Le daré comida y agua a todo el que se acerque a mi puerta”, dice el testimonio del padre Sefer. “Debo hacerlo por mis creencias espirituales y filosóficas. Y no puedo ser falso, porque soy monje y sacerdote”.
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