Abuja - Las protestas de los jóvenes contra la policía ofrecen a la Iglesia la oportunidad de guiar a la juventud nigeriana por el camino del diálogo siguiendo las enseñanzas del Papa Francisco en la encíclica “Hermanos Todos”. Así lo afirma Mons. Matthew Hassan Kukah, obispo de Sokoto, en un análisis sobre los inicios del movimiento EndSARS, que viene de las siglas de Special Armed Robbery Squad, un equipo especial de policía acusado de gravísimas violaciones de los derechos humanos .
“En el curso de mi trabajo como miembro de la Comisión por la Verdad de Nigeria, que examinó las violaciones de derechos humanos en el país entre 1999 y 2001, hemos escuchado historias horribles de víctimas de ejecuciones extrajudiciales, torturas inhumanas, desapariciones de ciudadanos, cometidas por la policía. A pesar de decenas de consultas y recomendaciones, no se ha hecho nada para que la fuerza policial sea una institución respetable en Nigeria. Esto ha sido el problema central de las protestas”, enfatiza el obispo. “La SARS fue una de las 14 agencias creadas por el entonces comisario de policía Simeon Danladi Midenda en 1992, tras la muerte de un militar por algunos policías. También tenía que abordar cuestiones de seguridad nacional, que iban desde la lucha contra el terrorismo, el robo a mano armada, la protección de los bienes nacionales, etc.”, recuerda Mons. Kukah.
Peor desde entonces, la SARS, se ha transformado en “un agente de terror para los ciudadanos”, siendo apodada por los nigerianos como “ve y mata”.
El objetivo predilecto del SARS eran precisamente los jóvenes, considerados una “fuente de problemas”. Y por ello, han sido precisamente los jóvenes los que han salido a la calle a pedir su disolución. Sin embargo, las protestas pacíficas se han convertido en enfrentamientos violentos con la policía y al menos 10 personas han perdido la vida en las últimas semanas en los incidentes.
“Esta es una gran oportunidad para que la Iglesia guíe a los jóvenes a fin de garantizar una base moral sólida para la política en nuestro país”, ha dicho Mons. Kukah. “Los principios enunciados en la encíclica del Santo Padre, ‘Hermanos Todos’, deberían ofrecer ahora una antorcha a los jóvenes católicos para ayudar a iluminar una sociedad atravesada por divisiones e injusticias. ‘Hermanos Todos’ subraya el imperativo moral del diálogo”. “Cuando el Papa Francisco habla de la política como una noble vocación, una noble forma de caridad y una plataforma para la búsqueda del bien común, estos temas deben difundirse entre los jóvenes que entran a la vida pública”, concluye el obispo.
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