Inirida - Como parte de las acciones sociales llevadas a cabo por el Vicariato Apostólico de Inírida en este período de pandemia, con el apoyo de un grupo de profesionales de la salud, en los últimos días ha partido una pequeña nave que ha recorrido el río Guaviare con el fin de brindar servicios de prevención Covid-19 y proporcionar alimentos para bebés a las comunidades indígenas en la zona cinco de Cumaribo en Vichada .
La misión de salud, compuesta por un médico, tres enfermeras y un ingeniero agrónomo, monitoreó y siguió a los pacientes de Covid-19 brindando un tratamiento oportuno y apropiado, y se trataron diversas patologías como sarna, artralgia o dolor muscular y articular en adultos. ancianos, enfermedades respiratorias agudas y parasitismo en niños.
El Director de la misión, Dr. Octaviano Martín, enfatizó que esta iniciativa del Vicariato Apostólico proporciona información actualizada sobre Covid-19 y al mismo tiempo ofrece la posibilidad de ofrecer tratamiento médico para otros síntomas, brindando a las comunidades la oportunidad de acceder a consultas médicas con tratamiento incluido. En la primera ronda de visitas, se pudo visitar a alrededor de 300 familias de la cuenca baja del río Guaviare, que recibieron asistencia en las comunidades de Sejal, San Benito, Laguna Negra, Laguna Colorada, La Rompida y las comunidades circundantes.
Esta forma de atención médica es una herramienta fundamental que puede convertirse en un vínculo entre estas comunidades indígenas y el sistema de salud. El equipo multidisciplinario, además de proporcionar servicios de salud, traer alimentos y medicinas, proporcionó toda la información en su idioma, por lo que esta acción humanitaria tuvo un fuerte impacto en la población indígena, rompiendo las barreras culturales y lingüísticas. Finalmente, el proceso permitió determinar el riesgo al que las comunidades están expuestas a la amenaza que Covid-19 representa para los pueblos indígenas.
Colombia continúa tomando medidas para contener la pandemia, pero hay áreas del país que, debido a la geografía o la distancia de los hospitales, continúan siendo un gran riesgo para la población. Desde el último informe de la Universidad Carnegie Mellon, hay 9,000 casos en Colombia con alrededor de 400 muertes hasta la fecha. Las áreas más riesgosas son siempre las zonas rurales o fronterizas. Ayer, los obispos de Pasto, monseñor Julio E. Prado Bolaños, de Tumaco, monseñor Orlando Olave, y de Ipiales, monseñor José Saúl Grisales, las tres diócesis del departamento sur de Nariño, en la frontera con Ecuador, pidieron al gobierno del presidente Iván Duque Márquez para brindar "tratamiento urgente, diferenciado y completo a los Nariño", expresando su preocupación, "dadas las condiciones de ubicación geográfica y la propagación del virus en esta región fronteriza con el vecino Ecuador".
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