Podrán participar en la celebración, un máximo de cuatro personas, además de los cónyuges, el sacerdote y el diácono. La ceremonia de la boda no puede ser seguida por celebraciones y momentos de convivencia, y los cónyuges, a quienes se recomienda un examen médico antes del rito, tendrán que vestirse sobriamente, renunciando a la ropa ceremonial tradicional.
En los últimos días, en una entrevista con el canal australiano de televisión por satélite TEN, el Papa Tawadros reiteró que la decisión de cerrar las iglesias debido a la difícil y dolorosa pandemia obligó a los coptos a renunciar también a los ritos de la Semana Santa, pero era una elección necesaria, destinada a salvar la vida de las personas.
En Egipto, la primera infección por coronavirus se notificó el 14 de febrero y era también el primero en África. Los datos proporcionados por las autoridades egipcias informaron a fines de abril casi mil casos de contagio y menos de 350 muertes por Covid-19 en todo el territorio nacional. Cifras que, según varios observadores externos, solo fotografían parcialmente la realidad objetiva. El 15 de marzo, el gobierno detuvo el tráfico aéreo, suspendió el transporte público y ordenó el cierre de escuelas, restaurantes, cafeterías, mezquitas e iglesias. El toque de queda nocturno se confirmó el 27 de abril, pospuesto durante una hora durante el mes de Ramadán para permitir que los musulmanes consuman la única comida diaria, pero sin autorizar los tradicionales momentos de convivencia vespertina que generalmente cierran cada día del mes sagrado en el que los creyentes musulmanes practican el ayuno.
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