Pekín - Algunas de las iniciativas en la comunidad católica china que marcan el mes dedicado a la Virgen María y que se viven bajo la bandera de la intensa devoción mariana que caracteriza desde siempre la fe de los católicos chinos son: el “método de la Visitación de María” como modelo para que todos los bautizados vivan su fe y devoción en mayo, mes mariano además de un “año de la familia” inspirado en la enseñanza del Papa Francisco para acompañar a las familias en este periodo difícil aún marcado por la pandemia de coronavirus.
Esta devoción se está viviendo aún más intensamente, este año marcado por la epidemia de Covid-19.
El 1 de mayo, para la solemne misa inaugural del mes mariano, no fue posible realizar físicamente una peregrinación mariana a los diversos santuarios dispersos en la China continental dedicados a la Virgen de la Asunción. Pero los fieles no se desanimaron ni se resignaron: las comunidades decidieron acoger a la Virgen siguiendo el método de la "Visitación": las familias se turnan para recibir a la Virgen en su hogar para rezar en pequeños grupos o en "salas de oración", recitando el Rosario junto con los vecinos, y así aumenta la experiencia de fe transmitida a través del amor familiar.
La Arquidiócesis de Ji Nan, la capital de la provincia de Shan Dong, nos invita a cultivar la oración mariana en familia, subrayando que de esta manera "la pandemia no nos impide hacer la peregrinación espiritual al santuario mariano de Jian Shan en la aldea de Hu Zhuang”, donde este año se celebran 125 años de la construcción de la iglesia dedicada a Nuestra Señora de Lourdes.
Mientras tanto, el 30 de abril, la Arquidiócesis de Pekín envió una carta a todos los sacerdotes y fieles para promover un "Año Familiar" especial, inspirado en la Carta dirigida por el Papa Francisco a todos los fieles para el mes de mayo de 2020 y al contenido de la exhortación apostólica Amoris Laetitia sobre el amor en la familia. Durante este mes, la Arquidiócesis recuerda la importancia de salvaguardar la comunión eclesial en las comunidades individuales y con la Iglesia universal, en estos momentos en que los contactos físicos se ven complicados por las medidas necesarias para combatir la propagación del coronavirus. Durante este tiempo, los católicos de China continental han seguido diariamente la misa celebrada por el Papa Francisco en la capilla de Santa Marta, y los sacerdotes también han usado herramientas digitales como 'Wechat' para atender a sus comunidades desde un punto de vista pastoral.
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