Tapachula – La situación de los migrantes en México empeora de día en día. En la frontera norte, con los Estados Unidos, el aumento de migrantes está creando una crisis logística en el intento de acogerlos, mientras que en el sur de México la situación es aún más dramática, debido a la presencia de grupos de personas de países africanos y asiáticos en busca de medios de vida para intentar el viaje hacia el norte.
Hace unas horas se ha hecho pública la noticia que un tribunal de apelaciones de EE. UU. dictaminó que la administración Trump podía obligar a los solicitantes de asilo a esperar en México durante el juicio. Como resultado, los municipios mexicanos en la frontera norte tendrán que acoger a todos los solicitantes de asilo de América Central hasta que sean convocados por el tribunal fronterizo, lo que puede suceder después de varios meses si todo va bien y en modo rápido.
Pero la situación en el sur presenta una "verdadera crisis humanitaria", en palabras de Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey y Secretario de la Conferencia Episcopal Mexicana , comentando la declaración de la CEM publicada ayer sobre la terrible realidad en Chiapas: "En las puertas de la frontera sur hay miles de nuestros hermanos, personas que han estado sin comer durante varios días y que duermen en la calle. ¡Hay niños, ancianos, enfermos y algunas mujeres cerca de dar a luz!"
En el texto del comunicado, enviado a la Agencia Fides, leemos: "Nos preocupa la situación en la frontera sur, en particular la que vive en la ciudad de Tapachula, en Chiapas. El inmenso número de migrantes continentales y extracontinentales ha superado la ayuda de la iglesia y acción del gobierno. Las instalaciones de la estación migratoria Siglo XXI están superpobladas y no permiten la atención humanitaria, lo que obliga a los migrantes a recorrer la ciudad en busca de ayuda".
Según Mons. Miranda Guardiola en Huixtla hay muchos migrantes procedentes del Congo, Camerún, Haití, Sri Lanka, Bangladesh y Angola. "Como Iglesia, nuestra ocupación actual se ha convertido en una preocupación. Junto con otras iglesias y grupos de la sociedad civil, hemos participado y, al mismo tiempo, colaborado con nuestras autoridades en esta emergencia humanitaria que enfrenta nuestro país, frente al fenómeno de la migración manifestada. en las caravanas que pasan y continúan moviéndose en nuestra nación".
"Los mexicanos siempre nos hemos caracterizado por la alegría, la solidaridad, la hospitalidad, se lee en el texto. Sin embargo, dado el flujo de caravanas de migrantes, algunos han asumido actitudes de rechazo, indiferencia, xenofobia, discriminación y racismo. "Pedimos la intervención de la Caritas nacional para coordinar la ayuda existente en nuestro país, al mismo tiempo motivamos a las diferentes diócesis de nuestro país, para que soliciten a nuestros feligreses un esfuerzo extra de generosidad en favor de nuestros hermanos".
Finalmente, el documento invita al gobierno federal a elaborar un plan de emergencia al respecto, especialmente para la ciudad de Tapachula. "Le instamos a responder adecuadamente a este momento de crisis en el que nuestro país tiene la oportunidad de mostrar su verdadero nivel de humanidad", concluye el texto, firmado por el presidente de la CEM junto con los Obispos responsables de la Comisión para la movilidad humana, y Por Mons. Jaime Calderón Calderón, Obispo de Tapachula.
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