Chiang Mai - “Como cristianos tenemos la misión de anunciar a Jesús como el Salvador del mundo, de acuerdo con nuestro estado de vida. Todos tenemos la responsabilidad de dar testimonio de nuestra fe”. Así lo afirmó el cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en la homilía de la misa que presidió lunes 20 de mayo en la iglesia de la Asunción en el pueblo de misión Mae-Porn, en la diócesis de Chiang Mai, Tailandia .Después de presentar los saludos paternos y la cercanía espiritual del Papa, el cardenal propuso en su homilía algunas reflexiones sobre la misión evangelizadora de la Iglesia: “La Iglesia continúa misma misión del Redentor. Es el signo y el instrumento de salvación para la humanidad. A través de la Iglesia, el Señor confía su misión de anunciar el Evangelio a todos los fieles cristianos de diferentes maneras o capacidades”.
El cardenal recordó que los cristianos, como los apóstoles, están llamados a compartir su fe con aquellos que no conocen a Cristo: “Pueden estar en los pueblos, en los lugares de trabajo, en las escuelas, hospitales, etc. Las conversaciones o en las relaciones cotidianas son una oportunidad de presentar a Jesús. Cada uno puede comprometerse a presentar a Jesús a una o dos personas que no lo conocen. Esta forma de hablar de Jesús es también una profesión pública de fe”.
En la misión de anunciar a Jesucristo, “el Espíritu Santo los acompaña y los guía” como a los apóstoles después de Pentecostés, aseguró el cardenal Filoni, quien continuó: “El fortalecimiento de su vida de fe es importante para la evangelización. La participación regular en misa y otras celebraciones litúrgicas en las comunidades parroquiales es importante para fortalecer la fe. Leer la Biblia supone una ayuda para aprender más sobre el amor de Dios revelado en la historia, especialmente en la persona de Jesús como el Hijo de Dios. Los gestos de amor o caridad hacia los necesitados ayudan a dar testimonio del mandamiento del amor”.
Finalmente, el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos recomendó a las familias que pusieran a Jesús en el centro de la vida familiar: “Rezad siempre a Jesús. La familia que reza unida, vive unida”. Por último, invocó “la intercesión materna de la Santísima Madre, Estrella de la nueva evangelización, para que nos acompañe en nuestra misión cristiana”.
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