Madrid – Ayer en la Universidad San Dámaso de Madrid se celebró una jornada académica dedicada al Mes Misionero Extraordinario de octubre de organizada por la Cátedra de Misionología de la Facultad de Teología y el Instituto Superior de Ciencias Religiosas . El tema elegido, – “La Iglesia nace de la misión y vive para la misión”- , fue presentado por el profesor Agustín Giménez González, director de ISCCRR, y el profesor Juan Carlos Carvajal Blanco, coordinador de la Cátedra de Misionología. A continuación el Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias en España, el padre José María Calderón Castro, presentó el Mes Misionero Extraordinario convocado por el Papa Francisco, ilustrando las razones y perspectivas.
El arzobispo Giampietro Dal Toso, presidente de las OMP habló sobre el tema del día. Dirigiéndose a los presentes, todos los colaboradores diocesanos de las OMP, sacerdotes, religiosos y laicos en su mayoría, les agradeció su compromiso de apoyar, a menudo en el anonimato, las actividades de las OMP en las diócesis españolas, y les instó a continuar especialmente en estos meses de preparación para el Mes Misionero Extraordinario.
Las OMP tienen más de cien años pero, al mismo tiempo, son poco conocidas. Por eso, el Arzobispo Dal Toso se detuvo a describir las cuatro Obras y sus tareas específicas, inspirándose en el Estatuto que rige su funcionamiento, historia, teología y carisma. “Hoy en día, 117 Direcciones Nacionales aseguran la presencia de las OMP en 140 países lo que supone una verdadera difusión universal, tanto en países muy grandes como Canadá y Brasil, como en los más pequeños, en las periferias del mundo, como los del Océano Pacífico o los países del Caribe. En medio de tantas vicisitudes que han atravesado las Obras, podemos afirmar que son un extraordinario fruto de la gracia”.
El núcleo carismático común de las cuatro OMP se puede identificar en la misión a la que se llama a todos los bautizados y que “insta, tanto por el mandato de Jesús antes de ascender al cielo, como por la comprensión de que solo el Evangelio es la respuesta auténtica a las necesidades de cada hombre”. Junto con la misión, la oración y la caridad están en el centro de la vida de las OMP.
El Arzobispo elogió el compromiso de la Dirección Nacional de España con numerosas iniciativas en las diócesis, recordando con gratitud al padre Anastasio Gil, ex Director Nacional, quien desde el primer momento colaboró activamente con las Secretarías Internacionales de POM para la organización de la Mes Misionero Extraordinario.
Monseñor Dal Toso habló extensamente en la segunda parte de su exposición sobre el Mes Misionero Extraordinario, también citando algunas pinceladas de su preparación a nivel mundial: “Bautizados y enviados es la realidad en la que Dios nos ha colocado y que estamos llamados a comunicar. La convocatoria del mes extraordinario concierne a todos, a las iglesias y diócesis nacionales, a las comunidades religiosas, a las asociaciones laicas y a todos los creyentes. El llamamiento a la responsabilidad es personal, y ningún creyente es tan pobre o carece de recursos que no pueda dar algo, con la certeza de que el Señor, que nos pide que lo demos todo, podrá hacerlo fructificar según su voluntad ”.
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