Veracruz – "Con profundo dolor, manifestamos nuestra tristeza y consternación, ante los hechos de violencia ocurridos afuera de la rectoría de Nuestra Señora de Guadalupe, en Fortín de las Flores en Córdoba, Veracruz. Nos unimos a Mons. Eduardo Patiño, Obispo de la diócesis Córdoba, al párroco Jorge Montero, y especialmente a las familias que han sido víctimas de este intolerable suceso": esto es lo que escribe la Conferencia Episcopal Mexicana en el texto enviado a la Agencia Fides para condenar los eventos violentos de la tarde del domingo 19 de mayo, en los cuales fueron asesinados dos jóvenes justo al momento de comenzar la misa para una fiesta de 15 años.
Según una fuerte tradición latinoamericana, cuando una niña cumple 15 años, se organiza una gran fiesta que reúne a toda la familia, junto con amigos y vecinos. La fiesta en México comienza con una misa, para agradecer a Dios por el regalo de la vida.
El domingo por la noche, un grupo de hombres llegó al atrio de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, con la intención de tomar a una persona como rehén. Al ver la reacción de los jóvenes presentes, que estaban a punto de ingresar a la iglesia, los criminales dispararon muchos tiros, matando a dos jóvenes e hiriendo gravemente a otros dos. Al día siguiente, 4 personas más fueron asesinadas en Veracruz, en el municipio de Minatitlán.
La delincuencia prevalece en el área con sus actos violentos: en el municipio de Vega de Alatorre el 16 de mayo, 4 vendedores de limones fueron asesinados. De acuerdo con la declaración de la oficina de Seguridad Pública en Veracruz, todos los miembros de seguridad se movilizan para encontrar a los responsables y detener la ola de violencia armada que ya ha causado 6 muertes en menos de dos días.
El texto de los Obispos concluye así: "La violencia que estamos viviendo en nuestros pueblos y comunidades, al igual que en muchas partes del país, genera una descomposición social que ha deteriorado profundamente la convivencia armónica y pacífica de nuestra sociedad. Hacemos un llamado a la sociedad a recuperar el sentido de la sacralidad de la vida de la persona y de los valores esenciales. A las autoridades le solicitamos con firmeza, una vez más, investigar exhaustivamente, hasta aclarar los hechos, para actuar conforme a la verdad y la justicia".
"Hace poco tiempo, los días festivos y los lugares sagrados eran respetados por todos. Ahora los delincuentes ni siquiera se detienen frente a las autoridades o la policía , no respetan nada, ni siquiera la iglesia ", comenta un mexicano en el Facebook de Fides.
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