Bangkok - “Este momento histórico del 350 aniversario del inicio de la creación de la jerarquía nos llama la atención sobre la necesidad de un nuevo celo misionero. Los esfuerzos pioneros de los misioneros que trajeron la Buena Nueva de la Salvación a los tailandeses deben continuar. La formación misionera es ahora tarea de la Iglesia local. Este trabajo debe ser visto como central para la misión de la Iglesia en Tailandia. Por lo tanto, todo esfuerzo para la evangelización debe ser un elemento clave en la actividad pastoral de los institutos religiosos, parroquias, escuelas, movimientos laicos y, en particular, grupos de jóvenes en sus Iglesias particulares”. Son las recomendaciones del Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el cardenal Fernando Filoni, reunido hoy con los obispos de Tailandia, donde se encuentra en una visita pastoral por el 350 aniversario del Vicariato Apostólico de Siam .
El cardenal trajo consigo la bendición del Santo Padre y su cercanía en este importante aniversario, recordó “la contribución de tantos misioneros de diferentes países” y que “los comienzos de la evangelización no fueron fáciles porque hubo persecuciones” y expresó un aprecio particular “por los esfuerzos realizados por todos ustedes pastores y por las Iglesias confiadas a su cuidado pastoral”
En su discurso, el Prefecto del Dicasterio Misionero propuso a los obispos una reflexión sobre algunos temas relacionados con el ministerio episcopal. En primer lugar, señaló que “la unidad de la Conferencia Episcopal enriquece la colegialidad de los obispos para el crecimiento de la Iglesia en Tailandia”. “Esta comunión fraterna entre ustedes, subrayó, debe ser una fuente de inspiración para los sacerdotes, religiosos y cristianos fieles en la Iglesia”.
El Papa Francisco reiteró que “el obispo, como sucesor de los Apóstoles, está llamado en primer lugar a anunciar el Evangelio”, continuó el cardenal, y el Papa “pidió a todas las Iglesias que se comprometan sin ninguna reserva a la evangelización como su primera obra de nuestro tiempo y para ello ha anunciado el próximo mes de octubre como un Mes Misionero Extraordinario, para dar a conocer a todos los bautizados este deber o, más bien, la vocación común”.
En este sentido, el cardenal Prefecto recomendó a los obispos que aseguren que se enseñe en los seminarios y las casas de formación de religiosos una “auténtica teología católica de la misión”, y expresó su gratitud y la de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos por el progreso del compromiso misionero en las diócesis, con una mención especial para los catequistas y otros laicos que trabajan en las estaciones de misión. “El papel de las Obras Misionales Pontificias se puede alentar a nivel diocesano para coordinar y promover actividades misioneras a nivel parroquial, bajo la supervisión del Director diocesano”.
Otro tema de particular importancia sobre el cual el cardenal reflexionó fue el de las vocaciones y la formación de sacerdotes, de la que depende el crecimiento futuro de la Iglesia: “La misión sacerdotal es tan importante que requiere atención continua, porque las comunidades católicas enfrentan diversos desafíos en una sociedad en constante cambio”. Incluso la familia cristiana debe convertirse en “una comunidad que vive y evangeliza”. Por esta razón, los fieles deben recibir una formación no solo sobre el matrimonio y la familia, sino también “en relación con la vocación sagrada de la familia cristiana en la sociedad actual, como iglesia doméstica”. El papel de las escuelas católicas “es vital para que las familias cristianas brinden una verdadera formación cristiana a sus hijos”. El cardenal Filoni recordó con gratitud “las contribuciones proporcionadas por las escuelas católicas en el campo de la educación” y continuó: “El papel de las escuelas católicas en Tailandia para la formación humana y cristiana ha sido muy significativo y encomiable. Agradezco a los diversos institutos religiosos y diócesis que participan en este digno apostolado. Además, las escuelas católicas también pueden ser agentes de la misión”.
En la parte final de su discurso, el Prefecto del Dicasterio Misionero habló con los obispos sobre algunos temas de actualidad que afectan especialmente a Tailandia y la misión evangelizadora de la Iglesia: el diálogo con el mundo budista, a todos los niveles, que “la actitud básica a la que cada momento de nuestra actividad misionera debe estar estrechamente vinculada”; el fenómeno mundial de la migración, particularmente importante en el contexto de Tailandia; Finalmente, la protección de menores, otro tema relevante en el contexto de este país asiático.
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