Kinshasa - En Kivu del Sur, en el noreste de la República Democrática del Congo, se está produciendo un conflicto que se aleja de los ojos de los medios de comunicación internacionales. Desde el 9 de mayo, grupos armados formados por las comunidades Banyindu y Banyamulenge se enfrentan en la región de Mikalati , especialmente en la zona de Kamombo. Según las noticias recibidas por la Agencia Fides por parte de fuentes misioneras que citan a un organismo local de defensa de los derechos humanos, el CEADHO , la guerra ya se ha cobrado cientos de víctimas, en su mayoría mujeres y niños.
Según la CEADHO, el conflicto se desencadenó con el asesinato de un líder tradicional banyindú tras las torturas infligidas por el Grupo armado Gumino, compuesto por banyamulenge. Una milicia banyindú quiso vengar su muerte desencadenando una espiral de represalias y venganza que arrasó con las dos comunidades.
El CEADHO denunció "varios casos de violencia y abuso sexual, acoso y amenazas contra defensores locales de los derechos humanos, aldeas brutalmente quemadas, campamentos gravemente devastados", hasta el punto de afirmar que en la zona hay "un desastre humanitario sin precedentes".
La situación es lamentable: los desplazados internos están desprovistos de refugio, alimentos, agua, servicios sanitarios y protección, y carecen totalmente de asistencia. CEADHO hizo un llamado a las ONG internacionales para que envíen urgentemente ayuda y personal para acudir a las personas desplazadas.
Las fuerzas armadas congoleñas en la zona han pedido ayuda a MONUSCO para restablecer unas condiciones mínimas de seguridad y persuadir a los representantes de las dos comunidades para que entablen un diálogo. Lamentablemente, en este momento Banyindu y Banyamulenge se mantienen firmes en sus posiciones y no parecen querer sentarse a una mesa para poner fin al conflicto.
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