ÁFRICA/MALAWI - Subdesarrollo y corrupción. Los obispos piden un “cambio total de mentalidad”
Lilongwe - “En 54 años de independencia de Malawi no se ha conseguido aquello a lo que se aspiraba”, lamentan los obispos de Malawi en su Carta Pastoral publicada el 29 de abril.
“Observamos con profunda tristeza que la mayoría de la población del país todavía languidece bajo el yugo de la pobreza, la ignorancia, la enfermedad, el hambre y una mentalidad seriamente distorsionada que ha llevado a una decadencia moral peligrosa para nuestra sociedad”, aseguran los obispos que hacen alusión a la pobreza de una población en un país con un enorme riqueza potencial: “Tenemos recursos dados por Dios, como ser un pueblo trabajador, como el tercer lago más grande de África, como tierra fértil, montañas majestuosas, recursos naturales y el don precioso de la paz del que Malawi ha disfrutado desde la independencia”.
Los obispos piden un “cambio total de mentalidad” para mejorar la situación. En primer lugar, se hace necesario reflexionar sobre el estado de la democracia 25 años después de la reintroducción del multipartidismo. “¿Vivimos en una verdadera democracia o en un sistema que permite a algunas personas que ejercen el poder disfrutar de las riquezas del país a expensas de la gran mayoría?”, se preguntan. Una de las dificultades que debe abordarse es la democracia dentro de los partidos donde prevalece el interés del líder de referencia y de sus simpatizantes en lugar del de sus afiliados y votantes. “No podemos esperar que los líderes que suprimen la democracia interna y promueven la cultura del miedo en su propio partido se conviertan de pronto en personalidades democráticas una vez que llegan al poder”, subrayan los obispos que invitan a los líderes de todos los partidos a promover la democracia dentro de sus formaciones. “La política debe promover el bienestar de todos y no solo el de aquellos que están vinculados a los poderosos de turno”, recuerdan los obispos.
Sanidad, educación, agricultura e infraestructuras son las áreas en las que debemos centrarnos para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos de Malawi, que están amenazados por la corrupción desenfrenada. Por ejemplo, la situación de la sanidad, deficiente en instalaciones, material médico y personal, “se ve exacerbada por un grupo de individuos sin escrúpulos que han transformado el sistema de suministros sanitarios en su lucrativo negocio”, denuncian los obispos. Lo mismo ocurre con la construcción de nuevas infraestructuras, muchas de las cuales no se completan porque se terminaron fondos asignados por culpa de la corrupción.
Sobre las elecciones generales del próximo año, los obispos esperan que los votantes elijan a “líderes que se conviertan en agentes de cambio”. Para sensibilizar a los fieles, la Conferencia Episcopal ha pedido a las parroquias y asociaciones eclesiales que distribuyan y debatan la Carta Pastoral en las reuniones parroquiales.
“Observamos con profunda tristeza que la mayoría de la población del país todavía languidece bajo el yugo de la pobreza, la ignorancia, la enfermedad, el hambre y una mentalidad seriamente distorsionada que ha llevado a una decadencia moral peligrosa para nuestra sociedad”, aseguran los obispos que hacen alusión a la pobreza de una población en un país con un enorme riqueza potencial: “Tenemos recursos dados por Dios, como ser un pueblo trabajador, como el tercer lago más grande de África, como tierra fértil, montañas majestuosas, recursos naturales y el don precioso de la paz del que Malawi ha disfrutado desde la independencia”.
Los obispos piden un “cambio total de mentalidad” para mejorar la situación. En primer lugar, se hace necesario reflexionar sobre el estado de la democracia 25 años después de la reintroducción del multipartidismo. “¿Vivimos en una verdadera democracia o en un sistema que permite a algunas personas que ejercen el poder disfrutar de las riquezas del país a expensas de la gran mayoría?”, se preguntan. Una de las dificultades que debe abordarse es la democracia dentro de los partidos donde prevalece el interés del líder de referencia y de sus simpatizantes en lugar del de sus afiliados y votantes. “No podemos esperar que los líderes que suprimen la democracia interna y promueven la cultura del miedo en su propio partido se conviertan de pronto en personalidades democráticas una vez que llegan al poder”, subrayan los obispos que invitan a los líderes de todos los partidos a promover la democracia dentro de sus formaciones. “La política debe promover el bienestar de todos y no solo el de aquellos que están vinculados a los poderosos de turno”, recuerdan los obispos.
Sanidad, educación, agricultura e infraestructuras son las áreas en las que debemos centrarnos para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos de Malawi, que están amenazados por la corrupción desenfrenada. Por ejemplo, la situación de la sanidad, deficiente en instalaciones, material médico y personal, “se ve exacerbada por un grupo de individuos sin escrúpulos que han transformado el sistema de suministros sanitarios en su lucrativo negocio”, denuncian los obispos. Lo mismo ocurre con la construcción de nuevas infraestructuras, muchas de las cuales no se completan porque se terminaron fondos asignados por culpa de la corrupción.
Sobre las elecciones generales del próximo año, los obispos esperan que los votantes elijan a “líderes que se conviertan en agentes de cambio”. Para sensibilizar a los fieles, la Conferencia Episcopal ha pedido a las parroquias y asociaciones eclesiales que distribuyan y debatan la Carta Pastoral en las reuniones parroquiales.