Yangon – El Parlamento de Birmania ha aprobado dos proyectos de ley que forman parte de un paquete muy discutido de cuatro medidas al que se ha denominado “Leyes para la protección de la raza y la religión”, promovidas por un influyente grupo de monjes budistas nacionalistas, el “Ma Ba Tha”, acusado de difundir sentimientos anti-musulmanes.
La primera medida aprobada se refiere al control de la natalidad: la ley impone a las mujeres una pausa de al menos tres años entre un nacimiento y otro, y también impone la anti-concepción forzada; la segunda medida impone a las mujeres budistas la solicitud de permiso a las autoridades locales antes de casarse con un hombre de otra fe. El proyecto de ley sobre el control de la población ha sido firmado por el presidente Thein Sein, entrando así en vigor. La ley otorga a las autoridades locales el poder para identificar las áreas donde aplicarla y, según los observadores, las primeras áreas seleccionadas serán aquellas con una mayoría musulmana, como el estado de Arakan. Según el gobierno el enfoque ayudará a mejorar los servicios de salud para las mujeres en las regiones más pobres. Según activistas de derechos humanos, la ley viola los derechos fundamentales de las mujeres y, dado el amplio margen de discreción que se concede a las autoridades, locales, se terminará por aplicarla sólo en las zonas de las minorías étnicas o religiosas.
La tercera medida toca el tema de las conversiones religiosas, y prevé un verdadero “proceso” para obtener el permiso oficial para convertir de una religión a otra. Los funcionarios de los departamentos gubernamentales tienen el poder de decidir, de manera indiscutible, si el solicitante ha ejercido o no su libre albedrío en la elección de cambiar fe. La cuarta medida prohíbe la poligamia en Birmania.
El pasado mes de diciembre, cuando el paquete de cuatro leyes se presentó en el Parlamento, un documento firmado por 180 organizaciones de la sociedad civil, lo contexto públicamente, señalando el abuso de los derechos y de las libertades.
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