Zamboanga – “La última Encíclica del Papa Francisco, 'Laudato Si', es una fuente nueva de inspiración y un estímulo para la obra del diálogo interreligioso y para el cuidado del medio ambiente”: lo afirma en un comunicado enviado a la Agencia Fides, el Movimiento para el diálogo “Silsilah”, fundado por el misionero del PIME padre Sebastiano D'Ambra y activo en el sur de las Filipinas. “Para Silsilah, la Encíclica es un signo de los tiempos”, dice el comunicado del Movimiento, que inició en 1984 y que se basa en una espiritualidad de “vida-en-diálogo”, reforzada por cuatro pilares: el diálogo con Dios; el diálogo con uno mismo; el diálogo con los demás; el diálogo con la creación.
Según la nota, a lo largo de los años el aspecto de “diálogo con la creación” se ha fortalecido de manera significativa y “invita a los musulmanes y a los cristianos a trabajar juntos por el bien común”. Recordando el principio de “pensar globalmente y actuar localmente”, Silsilah recuerda que este “diálogo con la creación es un recordatorio continuo y un gran desafío”, como fue el caso de la defensa de la zona de la cuenca hidrográfica de Ayala, cuando los musulmanes y los cristianos en Mindanao trabajaron de la mano para evitar el desmantelamiento y la llegada de una empresa minera. Animado por esta experiencia exitosa, Silsilah sigue moviéndose, para proteger todas las cuencas hidrográficas de Zamboanga como “compromiso concreto por el cuidado de nuestra casa común”.
La clara “perspectiva espiritual” que tiene la primacía en la Encíclica también es “una fuente de gran inspiración”, dice el Movimiento. “Esta perspectiva es una parte fundamental en el discernimiento sobre temas ambientales e implica una relación de responsabilidad recíproca entre los seres humanos y la naturaleza”, visión plenamente compartida por Silsilah. “Es un fuerte mensaje que toca la conciencia de cada persona de nuestro tiempo”, concluye.
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