Rio Branco – Río Branco, en el estado de Acre, en Brasil, en la frontera con Perú y Bolivia, es una zona especialmente crítica para los migrantes: según datos de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos del Estado de Acre, desde el 2010 hasta marzo de 2015 han entrado a través de esta frontera 35.938, de los cuales, 32.793 haitianos, 2.774 senegaleses, 322 de la República Dominicana. Según las estadísticas aproximadas, en Río Branco llegan cada día entre 300 y 1.200 migrantes, en una estructura que puede alojar a un máximo de 250.
Acogiendo la petición del Obispo de Río Branco, Su Exc. Mons. Joaquín Pertiñez, quien ha destacado como “una urgencia innegable la necesidad de atención pastoral a los inmigrantes que llegan cada semana”, las Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo, Escalabrinianas, han inaugurado recientemente su nueva misión en este contexto .
Según la información enviada a la Agencia Fides, su objetivo es ser una presencia pastoral a través de la hospitalidad evangélica, para que los inmigrantes se sientan amados y consolados en su camino, tanto a “la llegada, como en el momento en el que se refugian en la ciudad de Rio Bianco, con especial atención a las mujeres, los niños, a los inmigrantes más vulnerables. El trabajo de las Escalabrinianas se basa en el fortalecimiento del equipo y en la consolidación de la Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de Río Branco, en la zona fronteriza. Colaboran en la casa de acogida, “Chácara da Aliança”, mientras que las iniciativas socio-pastorales están en aumento, con el fin de promover servicios que puedan garantizar la integración de los inmigrantes en el país . No faltan las propuestas para sostener la fe de los migrantes, con actividades religiosas e interreligiosas que puedan favorecer la coexistencia armoniosa y la integración cultural.
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