Lahore – Las víctimas inocentes de las acusaciones de blasfemia quedan “marcadas para siempre”: sus vidas están en riesgo aunque el tribunal los considere inocentes. Por ello se ven obligados a abandonar Pakistán. Esta es la experiencia de la madre cristiana Martha Bibi, acusada de blasfemia , junto con su marido en 2007, y que han sido juzgados como inocentes completamente.
En 2013, cuando la mujer fue declarada inocente y puesta en libertad, tuvo que trasladarse al extranjero,por las amenazas de los extremistas que continuaban a llamarla “blasfema”. Martha se ha mudado con su esposo y su hija mayor, obteniendo la categoría de “refugiados” en un país vecino. La pareja tiene otros cinco hijos, confiados al cuidado de familiares, pero ellos quieren reunir a la familia. “Martha Bibi me ha pedido que organice el traslado de el resto de los miembros de su familia”, confiesa a la Agencia Fides el abogado cristiano Mushtaq Gill, pidiendo el apoyo internacional.
Martha Bibi, que vivía en el pueblo de Kot Nanak Singh, fue acusada de haber denigrado el Corán. Según los testigos, las acusaciones eran totalmente falsas y presentadas como un pretexto por algunos musulmanes que no querían pagar por los materiales proporcionados por el esposo de Martha, que trabajaba en la construcción.
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