ASIA/FILIPINAS - Instrucción y ayuda a los pobres en la escuela Luigi Caburlotto

Manila – “La finalidad y la misión de la ‘Escuela Luigi Caburlotto’ son el amor, la fe y la cualidad”: es lo que explican las hermanas de la congregación de las Hijas de San Jose a la Agencia Fides sobre su compromiso educativo en las Filipinas, durante la vigilia de la beatificación de Luigi Caburlotto, párroco y fundador del instituto de las religiosas. La escuela se encuentra en la aldea de Anislag, en la diócesis de Legaspi, en una parroquia de unos 30.000 habitantes, formada en gran parte por refugiados, que se han transferido desde varios lugares afectados por tifones o por la erupción del volcán Mayon.
Sor Edarlyn Delos Santos, superiora local nos cuenta: “En el 2012, en unión con la iglesia, reflexionamos y celebramos el Año de la fe. En 2013 recordamos los 20 años de nuestra ‘Father Luigi Caburlotto School’, un don para toda esta población. Este año nuestro compromiso es vivir la caridad en el servicio: toda la escuela, peor sobre todo los casi cien alumnos de primaria, participan, con las hermanas, al proyecto de ayuda a los pobres”.
Acompañados por los profesores y los padres, guiados por las religiosas, los niños están involucrados en la pastoral y la solidaridad con las familias y los niños más pobres. “La intención de estas actividades - explica la religiosa - es hacer surgir en los niños y en sus padres un sentido de solidaridad que haga que sean abiertos a otras familias necesitadas, material y moralmente”.
Esta actividad involucra a toda la familia del alumno: "Así nos mantenemos fieles a nuestro carisma: el amor es nuestra misión, la familia la protagonista de este amor", dice la hermana Edarlyn.
Son más de 70 los niños recibidos y atendidos cada domingo: “Con sus padres – sigue diciendo la religiosa – se hace un camino de formación: dignidad humana , respeto, buenas costumbres, valores humanos y cristianos: el amor, el perdón, la paciencia. La gratitud, la alegría, el compartir, la amistad son los dones que enriquecen estas reuniones”.
La experiencia de “inmersión” en la realidad circundante es muy educativa y útil para los estudiantes: “Es una experiencia inolvidable de la vida que hace crecer un ánimo atento y generoso”, concluye