Antananarivo - “La población está desanimada porque tiene la sensación de volver al caos que ha caracterizado durante años la vida política de la isla”, dice a Fides don Luca Trengia, Director de Radio Don Bosco en Madagascar, después de que el Parlamento haya aprobado en Antananarivo una moción para destituir al Presidente Hery Rajaonarimampianina, elegido en enero de 2014.
Han votado a favor de la destitución del Presidente los diputados vinculados a los dos ex presidentes Marc Ravalomanana y Andry Rajoelina, que se han desafiado en 2009-2014, después de que el primero fuese derrocado del poder por el segundo en 2009. A ellos se han unido los votos de varios miembros de la mayoría presidencial.
“La moción de destituir al Presidente está motivada por el hecho de que no respeta la Constitución en varios puntos, además aún no se ha constituido el Tribunal Superior de Justicia, un cuerpo que tenía que entrar en vigor en un año desde la elección del Jefe el Estado”, dice el P. Luca. Sin embargo, será el Tribunal Constitucional el que debe aprobar el voto del Parlamento.
“A nivel social - continúa el sacerdote - se han multiplicado los actos de delincuencia, la sensación de inseguridad es generalizada, hasta el punto que no se puede salir por la noche. La población no tiene confianza”. Un hecho que ha sido denunciado por los obispos de Madagascar en la carta pastoral publicada el 13 de mayo en la conclusión de su asamblea.
“El pueblo malgache desconfía de la política de partidos, las mentiras y las promesas vacías de los políticos”, afirman los obispos, denunciando “el tráfico ilegal de los recursos naturales y el cambio de la ley de minería en beneficio de una minoría. El régimen actual adora al dios del dinero vendiendo la nación malgache”. Según los obispos, varios malgaches, no reciben la protección del Estado y en la vana esperanza de proteger sus derechos, caen víctimas de las “redes de la mafia y de los grupos satánicos”, mientras que otros, frente a la catástrofe de la salud pública, se confían en manos de “sanadores y sectas de curación”.
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