Faisalabad – “El reto al que nos enfrentamos como cristianos en Pakistán es el de los ataques terroristas y el de ser una comunidad que vive en constante temor. Pero a pesar de las dificultades, seguimos proclamando y dando testimonio de la Palabra de Dios en nuestras vidas. La fe ha se transmite en las familias cristianas y los jóvenes crecen llenos de esperanza”: esto es lo que dice a la Agencia Fides el p. Waseem Walter, Director nacional de las Obras Misionales Pontificias en Pakistán, comentando la situación difícil que viven los cristianos en el país. Después de los atentados a las iglesias en Lahore , en los últimos días en la ciudad se ha desencadenado una nueva violencia masiva en el barrio cristiano de Sanda y sólo la intervención tempestiva de la policía consiguió evitar una masacre. La violencia fue generada por un presunto caso de blasfemia contra un cristiano con discapacidad mental.
“Los cristianos siguen siendo perseguidos. Son considerados por algunos activistas como el objetivo principal de la ley sobre la blasfemia, que se utiliza como una excusa para atacar iglesias, casas, bienes, e incluso para matar”, añade, en una nota enviada a la Agencia Fides, Nasir Saeed, director de la Ong CLAAS , con sede en el Reino Unido y Pakistán. “Creo que el gobierno debería iniciar una investigación imparcial y los que han incitado a la violencia contra los cristianos deben ser castigados”, añade
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