Karachi – “El asesinato de personas inocentes sólo por su fe es un crimen inaceptable. El gobierno tiene la obligación de identificar a los culpables y llevarlos ante la justicia”: es lo que declara una nota de la Comisión “Justicia y Paz” de los Obispos de Pakistán a raíz de la masacre en la que han perdido la vida 47 fieles Ismailitas y 24 han sido heridos, en Karachi, el 13 de mayo. Los fieles viajaban en un autobús a su lugar de culto cuando seis asaltantes atacaron el vehículo con armas de fuego, haciendo una matanza. El atentado ha sido reivindicado por los Talibanes paquistaníes.Según la información de una nota enviada a la Agencia Fides, el Presidente de la Comisión “Justicia y Paz”, Su Exc. Mons. Joseph Arshad, el Director Nacional, p. Emmanuel Yousaf, y el Director Ejecutivo, el laico católico Cecil Chaudhry, han expresado su indignación y condena “por el atentado horrible”. Extendiendo sus condolencias a las familias de las víctimas y de la comunidad ismailita, y “orando por las familias de las víctimas para que Dios le de la fuerza para soportar esta pérdida irreparable”, pidiendo también “la pronta recuperación de los heridos”.
Los representantes de la Comisión piden al gobierno federal y provincial “que adopte medidas serias y eficaces para prevenir este tipo de atrocidades y proporcionar seguridad a todas las minorías religiosas en Pakistán”.
El Ismailismo es una de las corrientes del islam chií. Sus miembros son llamados también "septimanos". No reconocen más que los siete primeros imanes chiíes, con Ismail. En Pakistán, de 180 millones de personas con un 96% de musulmanes , los ismailitas son una pequeña minoría de alrededor de 500 mil personas.
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