Katmandú - La desorganización en la distribución de la ayuda a las oblaciones más afectadas por el terremoto que viven en zonas remotas de Nepal, sigue alimentando el espíritu de cooperación de muchas personas de todo el mundo que han viajado hasta allí con el único objetivo de ayudar a estos hermanos abandonados. Entre ellos, algunos cooperantes de la Ong Perigeo onlus que han viajado desde Italia para realizar un primer reconocimiento de la ayuda necesaria y la situación de emergencia real .
“Una vez en Katmandú, el sábado 9 de mayo, nos encontramos con un ritmo de vida 'normal', pero al mismo tiempo con una gran desorganización en la distribución de la ayuda y la ubicación de las zonas afectadas”, dice a Fides el director de Perigeo, Gianluca Frinchillucci, que viaja con su colaborador de Nepal Samman Khatewoda. “La capital del país está 'vivo', la gente está muy ocupada e involucrada en cooperar, por desgracia, la parte antigua está completamente destruida. Después de un estudio preliminar, junto con dos expertos nepaleses de la zona y dos voluntarios que se han sumado al equipo, llegados desde Australia y América, hemos decidido viajar al pequeño pueblo de Darme, a 5 horas de distancia del aeropuerto de Katmandú, en el valle de Trisuli”, dice Frinchillucci.
“A través de carreteras llenas de baches, con una furgoneta llegamos a Darme, poblado por un centenar de personas, pero estaba completamente destruida. Gracias a las indicaciones de un representante de la pequeña aldea hemos podido realizar una lista de prioridades y así hemos comprado agua, toallas, tiendas de campaña, arroz, medicinas. Luego en Baneshwor hemos visitado una escuela para niños discapacitados, afortunadamente, todos sobrevivieron pero quedaron aterrorizados por la gran destrucción que reina a su alrededor. Hemos podido montarles tiendas para refugiarse”, añade el director de Perigeo. En el camino de vuelta de la aldea, a 18 km de distancia, el grupo se detuvo en Nuwakot Durbar, sitio histórico, donde se encuentra el edificio que fue hogar durante casi veinte años del primer Rey de Nepal, Prithvi Narayan Shah, que unificó el país en 1768. El terremoto ha dejado signos evidentes también en la residencia palaciega del Rey.
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