Lima – Ya han pasado 50 días desde que empezaron las protestas en Islay, un pueblo cerca de Arequipa, a unos 800 km al sur de la capital peruana, contra el proyecto minero de Southern Copper, y el gobierno y los manifestantes no llegan a un acuerdo, de hecho, se han producido más enfrentamientos con más víctimas y heridos. “Las protestas contra el proyecto minero 'Tía María' ¡siguen!” gritan los representantes del grupo que manifiesta y los habitantes de Islay, zona militarizada desde el pasado fin de semana.Ante esta situación, la Conferencia Episcopal Peruana pide “una profunda reflexión, que desemboque en una pronta acción en defensa de la vida, la construcción de la paz y la justicia”. En el documento, recibido en la Agencia Fides, los obispos afirman: “Tenemos conocimiento de la importancia de proyectos como el de Tía María porque implicarán altos niveles de inversión para la economía de la región y del país, con la consecuente creación de puestos de trabajo, importantes obras de infraestructura y el aporte a los recursos públicos, especialmente regionales y locales, con todo lo que ello implicaría en favor de la calidad de vida”.
Visto que la mayor parte de la zona es agrícola, los obispos reiteran que “la agricultura hay que promoverla y protegerla, puesto que favorece la alimentación y mejora la economía de las familias”. Como todos saben, para favorecer los cultivos “es necesario proteger el agua tanto superficial como del subsuelo. La calidad del aire y de la tierra es también esencial para lograr los necesarios niveles de productividad”. Por tanto “es sumamente necesario retomar el diálogo alturado, con la buena voluntad de todas las partes implicadas, que deben participar en él para que se restablezca la Paz” concluyen los obispos, exhortando “¡No más víctimas! ¡No más violencia!”.
El conflicto denominado 'Tía María' se arrastra desde hace casi seis años, y ya ha causado 5 muertes, si sumamos los dos últimos de estos días: un policía y un trabajador que se manifestaba.
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