Ciudad del México - “Los obispos mexicanos, con abrazo fraterno nos dirigimos al Pueblo de Dios que peregrina en esta Nación mexicana en medio de una crisis profunda, acentuada por la pandemia del COVID-19, que llegó de manera inesperada, mostrando la fragilidad de las estructuras del País”. Con estas palabras comienza el mensaje que la Conferencia Episcopal de México ha publicado dirigiéndose al pueblo mexicano, con motivo de la Asamblea Plenaria, que ha tenido lugar virtualmente del 9 al 13 de noviembre.
“La crisis ha afectado todos los campos de la vida” subraya el texto, recibido en la Agencia Fides: la economía, el sistema de salud, la política, el sistema educativo. A todo esto, se suman las cuestiones del narcotráfico y del crimen organizado, las ideologías contra la vida. “El cansancio, la soledad y desesperación aumentan cuando hay carencia de alimentos y medicamentos” revelan los obispos, que continúan: “Sin embargo, estas sombras, unidos a Cristo resucitado se transforman en signos de esperanza: Tantos hermanos que, aun en circunstancias de riesgo y miedo, como son: Médicos, enfermeros y enfermeras, personal de limpieza, cuidadores, voluntarios, familias, empresas, sacerdotes, religiosas, diáconos, agentes de pastoral, en un servicio generoso en distintas actividades, son manifestaciones de la conciencia de ser familia, comunidad, de que vamos en la misma barca y nos ayudamos unos a otros”.
Ante esta situación, los obispos reiteran su compromiso para caminar junto al pueblo de Dios y dirigen una palabra de consuelo y esperanza: “Con la mirada puesta en Santa María de Guadalupe, llenos de esperanza, sigamos edificando la ‘Casita Sagrada’ de nuestra identidad de Pueblo de Dios en nuestra Patria, en toda América y en el mundo entero, descubriéndonos y valorándonos como hijos del mismo Padre, favoreciendo el encuentro, el diálogo, la convivencia y solidaridad en actitudes fraternas marcadas por el perdón, el amor, la justicia y la paz”.
Tras recordar las palabras del Papa Francisco ante la ONU , “De una crisis no salimos igual: o salimos mejores o salimos peores”, los obispos mexicanos invitan a “preparar el futuro con esperanza, generando procesos nuevos, superando el egoísmo, las desconfianzas y las descalificaciones, y trabajando por la unidad y concordia. Como el Buen Samaritano, queremos ayudar a sanar a quienes están heridos por muy diversos motivos”.
Dirigiendo una “palabra de consuelo, de esperanza y de aliento”, los obispos exhortan a ser “Iglesia en salida”, y a ir con Cristo crucificado y resucitado a todos los lugares y a todas las personas, “ya sea de manera física, espiritual o virtual”. “En actitud de conversión pastoral, caminemos juntos, escuchándonos mutuamente y de corazón, sobre todo escuchando al Espíritu Santo que nos conduce y sostiene. Ejercitemos también una conversión ecológica, de una nueva actitud ‘con la hermana madre tierra’, como lo expresa San Francisco de Asís”.
Por último, en preparación a las elecciones políticas del próximo año, los obispos invitan a conocer y analizar las propuestas de los candidatos a los puestos públicos y a participar con responsabilidad, invocando a Santa Maria de Guadalupe para que “nos sostenga en este camino de encuentro solidario y fraterno”. El mensaje está firmado en nombre de “todos los Obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano”, por Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey y Presidente de la CEM, por Mons. Alfonso Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey y Secretario General de la CEM, con fecha del 12 de noviembre de 2020.
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