Maputo - "Su dinamismo, energía, espíritu emprendedor, vitalidad y sentido del humor fueron siempre una alegría y un magnetismo que contagió y fascinó a quienes lo conocieron", escribió a la Agencia Fides el padre Pedro José da Silva Louro, secretario del Instituto de Misiones Consolata , recordando a mons. Francisco Lerma Martínez, misionero de la Consolata, obispo de Gurué, fallecido en Maputo el 24 de abril.
Nacido en El Palmar, Murcia, España, el 4 de mayo de 1944, monseñor Francisco Lerma pasó casi toda su vida misionera en Mozambique donde llegó en 1971, después de su ordenación sacerdotal. De 1971 a 1974 fue primero vicepárroco y luego párroco en Maúa, luego de 1974 y director de la Escuela de Catequistas de Correia durante dos años. Después de los años de la independencia de Mozambique, de 1976 a 1979 fue párroco en Cuamba, donde cerró su primera década de misión en la provincia de Niassa, al noroeste de Mozambique.
Destinado a la diócesis de Inhambane, el 4 de octubre de 1979, fue nombrado director del Secretariado de Acción Pastoral de la diócesis de Inhambane. Tras una valiosa aportación al Secretariado de Acción Pastoral y al Centro Catequético de Guiúa, en octubre de 1985 se marchó a España por motivos de salud y estudio.
Obtuvo el doctorado en Misionología en la Universidad Gregoriana de Roma sobre los pueblos de Macua y su cultura. El 1 de septiembre de 1987 regresó a Mozambique, en la diócesis de Inhambane, como párroco de Massinga, Muvamba y Funhalouro. Vivió situaciones muy difíciles en el contexto de la guerra civil que devastó profundamente los distritos de Massinga y Funhalouro. Invirtió en la formación de catequistas y en la dinamización de las comunidades cristianas a través de visitas frecuentes y actividades de formación. Movilizó recursos y personas para ayudar a los refugiados de la guerra, especialmente a aquellos que no tenían hogar ni comida.
Después de un período en Roma, en el Secretariado General de la Misión, regresó a Mozambique en 2007 y por un año fue nombrado superior regional de la Casa Regional de Maputo, y al año siguiente fue elegido superior regional, cargo que ocupó durante dos años, hasta el 24 de marzo de 2010, cuando el papa Benedicto XVI lo nombró obispo de Gurué.
El 30 de mayo siguiente fue consagrado obispo por mons. Lucio Andrice Muandula, en Maputo, y quince días después tomó posesión de la comunidad diocesana que se le había confiado, donde permaneció casi nueve años como párroco, hasta que Dios lo llamó a encontrarse con él mientras estaba en el hospital de Maputo, capital de Mozambique.
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