Dacca - "Los pueblos de Asia están llamados a revisar su modo de vida siguiendo criterios de respeto y cuidado de la creación", dijo Benedetto Alo D'Rozario, nuevo presidente de Cáritas Asia, quien acaba de iniciar su mandato como primer laico en presidir la organización de la expresión de la solidaridad de la Iglesia católica.
"La Madre Tierra, que sostiene nuestras vidas, sufre por el daño que les infligimos con nuestro abuso irrefrenable de los bienes que Dios le ha dado. No respetamos los derechos de la naturaleza porque nos guiamos principalmente por nuestra codicia. Los niños de Asia mueren a causa de las trágicas consecuencias de la actividad humana incontrolada, todas ellas destinadas a satisfacer la codicia. Debido a la explotación de la naturaleza, los seres humanos, especialmente los niños, corren un mayor riesgo y son víctimas de la degradación del medio ambiente. Al respecto, el papa Francisco, a través de su encíclica Laudato, hace un llamado urgente sobre el cuidado de nuestra casa común. El papa Benedicto XVI propuso corregir los modelos de crecimiento que han demostrado ser incapaces de garantizar el respeto al medio ambiente y perjudicar a la propia humanidad", sostuvo.
En línea con el "documento de política y justicia ambiental" presentado en los últimos años por Cáritas Internationalis, Cáritas Asia, en su actual plan de acción, ha identificado acciones estratégicas para la justicia ambiental y el cuidado de la Creación, según el lema "pensar globalmente, planificar localmente, actuar individualmente". Pequeñas acciones individuales como no usar plástico son útiles, subrayó D'Rozario: "Necesitamos revisar nuestra forma de vida centrándonos igualmente en el ser y en el hacer", añadió.
El presidente de Cáritas Asia también le comentó a Fides sobre el último informe ‘Estado del Aire Global’, acerca de la contaminación del aire, publicado por el Health Effects Institute, con sede en Estados Unidos, que afirma que la esperanza de vida de los niños en el sur de Asia se reduce en un promedio de 20 meses. Según el informe, si los niveles de contaminación atmosférica estuvieran dentro de los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud , la esperanza de vida en Asia meridional aumentaría en aproximadamente un año. Los cinco países con las tasas más altas de mortalidad por contaminación del aire se encuentran todos en Asia: China, India, Pakistán, Indonesia y Bangladesh. "Los gobiernos de las naciones asiáticas – insistió D'Rozario - deben tomar en serio estos datos, promoviendo un modelo de desarrollo económico sostenible, para el bien de sus propios pueblos".
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