Brasilia - Formación misionera, mision ad gentes, animación misionera y compromiso social profético: estas son las cuatro prioridades identificadas por la 36 asamblea del Consejo Nacional Misionero para preparar el Programa Misionero Nacional. La asamblea se celebró del 4 al 7 de abril en Brasilia, en la sede de las Obras Misionales Pontificias.
Según la información publicada por la Conferencia Episcopal y enviada a la Agencia Fides, el COMINA continúa trabajando en la redacción del texto que se presentará a la asamblea de mayo de la Conferencia Episcopal de Brasil . Para cada prioridad se proponen tres proyectos, que deberían ayudar a despertar la misión y la actividad misionera de la Iglesia en Brasil.
64 personas asistieron a la asamblea del COMINA, incluidos representantes de los diversos consejos misioneros, organizaciones laicas e institutos de vida religiosa de las 18 regiones de que corresponden a la Conferencia Episcopal. “Una vez aprobado, el programa ofrecerá líneas de acción que cada región podrá llevar a cabo de acuerdo con su propia realidad”, explicó el obispo auxiliar de São Luís y presidente de la Comisión para la Acción Misionera de la CNBB, monseñor Esmeraldo Barreto Farias. El deseo es que la Iglesia en Brasil “pueda ser más misionera y, caminando juntos, viviendo este gran espíritu misionero, pueda contribuir a construir un Brasil que sea justo, pacífico y fraterno”.
La Asamblea del COMINA fue precedida por la reunión de la Comisión con los Obispos responsables de la acción misionera a nivel regional. Los obispos trabajaron en las conclusiones del proceso de elaboración del Programa Nacional Misionero, resultado de las asambleas que tuvieron en las regiones a lo largo de 2018. La reunión también evaluó el trabajo de la Comisión durante el período de cuatro años, con especial atención a las experiencias misioneras, a los congresos misioneros y a las misiones populares. “Todo esto nos ha ayudado a tener una mayor conciencia misionera, y esto es lo que queremos: hacer que cada persona bautizada, cada cristiano, pueda descubrir que está llamado por Dios para seguir a Jesucristo y vivir la misión en la familia y en los diversos entornos donde se encuentre”, explicó monseñor Barreto Farrias.
Los obispos reflexionaron sobre el proyecto misionero ad gentes, sobre las iniciativas dentro de la CNBB y sobre las que son regionales, en el contexto de la vida misionera fuera de Brasil: “Es sorprendente ver lo que sucede en Timor Oriental; en Guinea Bissau con unos 30 brasileños trabajando allí; o la presencia misionera en Mozambique donde los brasileños son más de 115 hombres y mujeres, laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas.
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