Ciudad de México - “Bienvenida y compromiso para respetar a los migrantes y sus necesidades, a través de hogares para migrantes, parroquias y centros de recepción” son las medidas que monseñor Alfonso G. Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey y secretario general de la Conferencia Episcopal de México, indica en una entrevista con Fides al responder a la pregunta sobre la migración. “En todo el país tenemos 120 centros de recepción y en la capital trabajamos en conjunto con grupos religiosos distintos. Ofrecemos todo tipo de ayuda, sobre todo, comida y medicinas”, explica el obispo.
“A través de hogares para migrantes, organismos sociales y eclesiales e Iglesias tratamos de monitorear las caravanas para proteger a estos migrantes de cualquier forma de violencia contra ellos, especialmente contra las mujeres, los niños y las personas más vulnerables. Una de las tareas de la Iglesia mexicana es alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos y dar cobijo al forastero para proteger la integridad de estas personas en su camino hacia una vida mejor”, asegura monseñor Miranda Guardiola. Los migrantes también son acompañados en todo lo necesario gracias a la iniciativa individual “de los fieles, obispos, sacerdotes y parroquias que se encuentran en la ruta migratoria”.
Además, los obispos mexicanos se muestran unánimes y solidarios con la declaración del presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, el cardenal Daniel DiNardo, con respecto a “la orden del presidente Trump de financiar la construcción del muro en la frontera entre Estados Unidos y México”.
“Nuestros hermanos obispos, en ambos lados de la frontera se oponen y sugieren cambios en la legislación actual, porque dificulta que los solicitantes de asilo y a los menores no acompañados accedan a la protección”, reiteraron el cardenal y monseñor Joe S. Vásquez, presidente de la Comisión para las Migraciones.
Los obispos mexicanos dicen que están preocupados por las acciones del presidente y la construcción del muro, permaneciendo firmes en la visión del Papa Francisco de “construir puentes y no muros”: “Exhortamos al Pueblo de Dios a en las caravanas que llegan a la frontera a Cristo necesitado y, por lo tanto, dar a estas personas el apoyo que necesitan. No les consideren criminales”, recuerdan.
El episcopado también lamenta que los migrantes deban esperar “su turno para comparecer ante un juez estadounidense” para averiguar si recibirán o no asilo. Se está organizando un alojamiento decente para los refugiados privados de asilo en territorio estadounidense. Los obispos se oponen a “la falta de representación legal en el juicio ante el tribunal” y exhortan a los fieles a “unirse al Señor para abrazar, proteger, promover e integrar al inmigrante, como invitó el Papa Francisco a hacer durante la Jornada Mundial del Migrante y del Rifugiato de 2018”.
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