Ciudad de México - Las ‘parroquias personales para las empresas’ son una iniciativa nacida poco antes de la llegada al frente de la arquidiócesis de la Ciudad de México del cardenal Carlos Aguiar Retes, y apoyada por él. El objetivo es acercar la Iglesia a las personas que quieren formar parte de ella pero que se enfrentan al obstáculo de las largas jornadas de trabajo, las largas distancias y de uno de los tráficos más convulsivos del mundo. Si los obreros no pueden ir a la parroquia, llevamos la parroquia a la empresa, pensaron en la arquidiócesis.
Desde hace aproximadamente un año, tres parroquias están activas en las empresas Roshfrans, Bimbo y SICASA, que producen aceites y lubricantes; alimentos; y aire acondicionado, sistemas sanitarios y eléctricos respectivamente. Una cuarta parroquia está en proceso de ser creada. Los sacerdotes que administran los sacramentos regularmente, ofrecen asistencia espiritual y formación catequética y bíblica a los trabajadores de la sede de la empresa.
Don Guillermo Vázquez, párroco de la empresa Roshfrans, expresó a la Agencia Fides su satisfacción por la iniciativa. "Estoy muy contento de ser uno de los pioneros de esta acción de 'Iglesia saliente', como diría el papa. En la empresa están contentos -dijo-, pero quién está más contento soy yo, porque visitando regularmente la fábrica me doy cuenta de que hay mucha gente que hoy no va a la iglesia no porque no quiera, sino por falta de tiempo. Porque pasan mucho tiempo en el trabajo además del tiempo que pasan viajando de ida y vuelta a sus casas". Para hacerse una idea de las distancias, Don Guillermo tiene que salir de la casa a las 6 de la mañana para llegar a la fábrica a tiempo para la misa de las 9 de la mañana.
La Ciudad de México ocupa una vasta cuenca y tiene una población metropolitana de más de 22 millones de habitantes. "He encontrado una apertura total - afirmó el sacerdote - pero lo que más ayuda es el hecho de que la alta dirección tuvo un auténtico encuentro con Cristo". Don Vázquez celebra una misa mensual en la compañía y dedica días a las confesiones, a la dirección espiritual de los que lo solicitan y celebra reuniones de catequesis en los momentos fuertes del año litúrgico.
El director general de Roshfrans, Sergio Platonoff, considera las parroquias como dones personales de la Iglesia, y declaró que tener una ‘es un privilegio’. "Cuando llegué, me uní al equipo -señaló el párroco-, ya había una persona encargada de la pastoral en la oficina, lo que ayudó mucho a fortalecer la actividad". Don Vázquez, que también es el encargado de una parroquia en la ciudad, encontró en Roshfrans mucha "sed de conocimiento". Aunque en México, tradicionalmente un país católico, hay también una fuerte corriente de anticlericalismo, el sacerdote no ha encontrado hostilidad, y está convencido de que las parroquias corporativas personales son una iniciativa que ciertamente puede ser replicada. .
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