Friburgo - Con una ceremonia que se celebrará el 1 de octubre en el baptisterio de Riva San Vitale en Ticino, se abrirá el Mes Misionero Extraordinario en Suiza. Según la información enviada a Agenzia Fides por Missio Suiza, este baptisterio dedicado a San Juan Bautista es el edificio cristiano más antiguo de Suiza. Con la ceremonia de apertura en este lugar de importancia histórica todos los fieles están invitados a tomar conciencia de su bautismo y a vivirlo todos los días.
La celebración de la Jornada Mundial de las Misiones el 20 de octubre tendrá como tema “Bautizados y enviados”. En este domingo se pondrá especialmente de relieve el envío de loa cristianos al mundo, así como la dimensión de la solidaridad de la Iglesia universal. El Mes concluirá con una ceremonia de envío: “Esta celebración se centrará en el envío a la misión y tendrá como objetivo reiterar que la misión de la Iglesia no ha terminado sino que va más allá del Mes Misionero”, explica Missio Suiza. El lugar y el modo de esta celebración se anunciarán más adelante.
Entre las iniciativas programadas para el Mes Misionero Extraordinario se encuentra un Forum que el 5 de marzo congregó a unas veinte personas, representantes de las diferentes realidades misioneras, que se reunieron en la sede de la Conferencia de Obispos Suizos en Friburgo. Este Foro misionero, organizado por iniciativa del grupo de trabajo para la preparación del MME, ha permitido informar sobre los proyectos en curso y compartir ideas y sugerencias.
El MME de octubre de 2019, anunciado por el Papa Francisco, está poniendo en práctica una de las palabras clave que caracterizan el pontificado de este Papa, tal y como explicó a los participantes el diácono Martin Brunner-Artho, Director de Missio Suiza, quien fue el encargado de abrir este Foro. Al igual que la Evangelii Gaudium y el Año de la Misericordia, la misión es el envío de toda la Iglesia. La misión es un desafío para cada individuo y para las comunidades. El MME se celebrará a nivel mundial y local. Las iglesias locales y las Obras Misionales Pontificias están llamadas a trabajar juntas sobre el terreno.
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