Abuja - “La cultura de la muerte está cada vez más presente en nuestra vida cotidiana”, denuncian los obispos de Nigeria en el mensaje al final de su primera Asamblea Plenaria, refiriéndose a las “continuas masacres en algunas áreas de los Estados de Kaduna, Taraba, Benue, Kogi, Edo, Ríos, Zamfara, Adamawa y otros”.“La pérdida de valor de la vida humana y la propiedad plantea una amenaza existencial para la supervivencia de los individuos y de toda la nación”, señala el mensaje. “¿Cómo puede el gobierno permanecer impotente ante una tragedia tan vergonzosa? Pedimos al Presidente, en colaboración con los gobernadores del estado de Kaduna y otros estados, que tomen las medidas necesarias para detener esta tendencia antes de que la anarquía total y el caos consuman a toda la nación”.
La violencia que aflige a diferentes partes de Nigeria se deriva, al menos en parte, de la falta de búsqueda del bien común. Según los obispos, “el bien común presupone el respeto por la persona humana, la búsqueda del bienestar social y el desarrollo de la nación”.
Los obispos, recordando que “la Iglesia ha sido durante siglos un promotor del buen gobierno para el bien común” y piden “a todas las diócesis que promuevan la enseñanza social de la Iglesia, la simplifiquen, la traduzcan en acciones concretas y la utilicen para la formación sociopolítica de todas las personas. Se debe prestar especial atención a los jóvenes y las familias para que los valores de la enseñanza social católica se inculcen en los niños y jóvenes”.
Refiriéndose a la elección de este año , los obispos elogian la participación popular en la votación presidencial, pero observan un cierto desapego en la votación local, que la atribuyen “a la violencia, a la negligencia y militarización innecesaria del proceso electoral que han contribuido a erosionar la confianza de la gente en la votación”.
“Le pedimos al gobierno que reconozca las deficiencias que caracterizaron las elecciones de 2019 y que tome las medidas necesarias para que no se repitan, instándolos a aprobar e implementar leyes y políticas que garanticen elecciones libres, justas y creíbles en el futuro”, concluyeron.
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