Johannesburgo - “Ciudad de Johannesburgo, ¿qué clase de madre eres?, ¿no deberías ser como una madre que reúne a todos sus hijos? “Como una gallina que junta sus polluelos debajo de sus alas” . Es lo que se pregunta monseñor Buti Joseph Tlhagale, arzobispo de Johannesburgo, en su mensaje para la Cuaresma centrado en acoger a los migrantes en la capital económica de Sudáfrica.
La integración de los migrantes de los países africanos vecinos y lejanos , pero también de algunos países asiáticos es un tema ahora importante en Sudráfrica. Monseñor Tlhagale denuncia “las terribles condiciones de vida de muchos migrantes y refugiados que se han convertido en personas sin hogar, personas no deseadas, “escoria de la tierra”. Tambiénnos referimos a las personas que viven en asentamientos informales que no se pueden considerar un hogar. Sus condiciones de vida son degradantes y brutales. Son personas dolorosamente privadas de la dignidad dada por Dios”.
Al recordar las palabras de las Escrituras que “describen las condiciones de muchos migrantes y refugiados”. Por eso, monseñor Tlhagale insta a los fieles a tomar conciencia de su tragedia: obligados a mendigar porque carecen de los documentos y las calificaciones requeridas para encontrar un trabajo, muchos de ellos duermen bajo los puentes y vagando sin rumbo por la ciudad.
El arzobispo apela a que la Cuaresma se convierta en un momento propicio para construir una comunidad acogedora . Un momento para volver a ser verdaderamente humanos abrazando al extranjero entre nosotros”, involucrando a todas las organizaciones caritativas de la Iglesia en este esfuerzo. “Estamos lanzando una campaña de Cuaresma para pedir a la ciudad de Johannesburgo que construya un refugio para migrantes y refugiados indigentes, para que puedan dormir bajo un techo y no al aire libre. Transformemos Johannesburgo en una ciudad acogedora”, concluye monseñor Tlhagale.
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