Managua – Después de la tercera sesión de las conversaciones, que comenzó el 27 de febrero , los grupos de negociación aún no han llegado a un consenso total sobre cómo proceder: el gobierno continúa rechazando la presencia de la Organización de los Estados Americanos ) y las Naciones Unidas como garantes. El primero de marzo, después de más de ocho horas de conversaciones, los miembros de la mesa de diálogo emitieron un comunicado anunciando que las conversaciones continuarán el próximo lunes. Se continua buscando un consenso sobre los tres puntos de la "hoja de ruta" ya delineados, y para poder abordar los temas sustantivos que tienen que ver con la libertad, la democracia y la justicia.Según fuentes de Fides, entre los puntos que aún no se han definido, están los nombramientos de mediadores y garantes internacionales, como lo propuso la Alianza Cívica: este enfoque fue rechazado por el gobierno de Ortega que lo ha calificado como " interferencia extranjera ".
"Esperamos que en poco tiempo la hoja de ruta se pueda oficializar, porque sin reglas claras, sin reglas bien definidas, no es posible llevar a cabo un diálogo serio y responsable", dijo uno de los representantes de la Alianza Cívica.
Para la Iglesia Católica, los representantes en la mesa de diálogo son el Cardenal Brenes, Arzobispo de Managua y Presidente de la Conferencia Episcopal, y el Nuncio Apostólico Mons. Stanislaw Sommertag. Estos intervinieron el primer día en que se presentó el deseo del Santo Padre y de la comunidad internacional de obtener un resultado positivo del "Diálogo Nacional", junto con la solicitud, aún no aceptada por el gobierno, de involucrar a las organizaciones internacionales en la mesa de negociaciones.
La comunidad nicaragüense quedó muy sorprendida por la ausencia de Mons. Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, mientras que la liberación de 100 presos políticos de los casi 700 en la cárcel fue recibida con gran cautela.
Las palabras del Nuncio Stanislaw Waldemar Sommertag continúan haciendo reflexionar no solo a los miembros de la mesa de Diálogo sino a todo el pueblo nicaragüense: "Reunidos en este encuentro sincero y abierto, y con una actitud de buena voluntad política, social y económica, tienen un oportunidad única de pasar a la historia como verdaderos hijos de este país, que han logrado entenderse y han llegado a una solución nacional por el bien de nuestra querida Nicaragua ".
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